El futuro de las criptomonedas puede ser oscuro si no se realizan los correctivos necesarios.
Por Revista Summa
Desde hace algunos meses que ha surgido una importante preocupación en el mercado de las criptomonedas: la minería es una de las actividades que más energía eléctrica gasta en todo el mundo, con el consumo total siendo superior al de países como Suiza, Finlandia e incluso Argentina.
Si bien es cierto que hay otras actividades del mercado financiero que consumen cantidades similares de energía, lo cierto es que la minería sería un añadido que estaría incrementando el deterioro del medioambiente. Aún así, habría un problema mucho más serio en cuanto al gasto eléctrico se refiere.
El verdadero problema
De acuerdo a Fortune, el gran problema del consumo eléctrico no sería únicamente el daño que significa crear tanta energía para ser utilizada en minería, sino que el suministro eléctrico de todos los países es finito, es decir, tiene un límite que eventualmente puede generar recortes en el suministro.
Aunque muchos piensen que la energía puede producirse sin límites, especialmente con la llegada de alternativas ecológicas que brindan soporte adicional al sistema eléctrico, lo cierto es que cada país solo puede generar una determinada cantidad de energía. En nuestro planeta (al menos hasta el momento) no se ha descubierto ninguna fuente de energía infinita.
El caso de la reciente crisis eléctrica en China sería un ejemplo de lo que podría hacer la minería excesiva ya que, aunque este no es el único motivo por el que el gigante asiático está pasando uno de sus peores momentos en cuanto a energía se refiere, sí sería uno de los grandes causantes de la debacle del sistema.
Proyectos alternativos
Por este motivo ha comenzado una ola de nuevas propuestas que buscan el posicionamiento de criptomonedas ecológicas que no puedan ser minadas. Estas se basan en protocolos de prueba de participación, y no en algoritmos de prueba de trabajo, por lo que la resolución de problemas matemáticos no dependerá del poder de procesamiento sino de la cantidad de criptomonedas que tengamos almacenadas.
Algunas monedas que funcionan con protocolos de prueba de participación incluyen a Binance Coin (BNB), Solana (SOL), Cardano (ADA), Polkadot (DOT) y Avalanche (AVAX).
Esto también ha llevado a que quienes se sientan realmente interesados en invertir en criptomonedas, pero sin adentrarse directamente en la minería, opten por alternativas de compra y venta que no fomenten este proceso de producción. La inversión en productos subyacentes sería una de estas formas de inversión alternativa.
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El futuro del mercado
El futuro de las criptomonedas puede ser oscuro si no se realizan los correctivos necesarios, ya que la radicalización en contra del mercado se estaría volviendo cada vez más fuerte debido a las preocupaciones por el gasto eléctrico. Este sería uno de los motivos por el que los NFT son repudiados por gran parte de la población.
En cuanto a la migración a protocolos de prueba de participación, ya estaríamos viendo ejemplos importantes, con el caso más reciente siendo el de la modificación en el funcionamiento de la red de Ethereum, que se espera sustituya por completo la minería de su criptomoneda para dentro de un par de años.
Si el peligro latente que significa el gran gasto eléctrico no se aborda con seriedad y celeridad, el mercado de las criptomonedas podría estar por estancarse, ya que la antagonización de la minería se convertirá en una barrera real para el posicionamiento de estos activos en el mundo, no solo para la inversión y el ahorro, sino también para el pago de productos.