Los gerentes se enfrentan a una potente combinación de oportunidades y desafíos.
Por Revista Summa
Las tecnologías transformadoras están ingresando al lugar de trabajo a una velocidad exponencial, trayendo el cambio que las empresas necesitan no solo para sobrevivir sino para prosperar. La colaboración entre empresas, optimización de procesos, mejora de oportunidades, formas modernas de interactuar con la base de clientes, más innovación dentro de la fuerza laboral en sí misma y la capacidad de obtener información valiosa de los datos capturados, son solo algunos de los beneficios clave que ayudan a las empresas a crecer.
Un estudio reciente realizado por Prominence Partners, firma consultora boutique especializada en asesoría estratégica de compañías, evidenció que la actual coyuntura generada por la pandemia, llevó a que el 84% de directivos y gerentes de diversos países de Latinoamérica vieran con interés la transformación digital. Adicionalmente, el 35% de los encuestados cree que el factor externo de transformación digital que más carece su compañía es el alcance geográfico e inteligencia de negocios, además de no contar con un experto que lidere la transformación digital que requiere la empresa. “La tecnología ya no es una opción, es una estrategia empresarial fundamental que debe entrelazarse con iniciativas operativas más amplias. Hoy, los directivos de las compañías deben estar dispuesto a cambiar su enfoque de la administración de tecnología tradicional a proyectos que dirigen el negocio hacia el crecimiento y lo preparan para el futuro”, agregó Álvaro Daniel Cagüeñas Hernández CEO Américas de Prominence Partners.
El reporte de competitividad global que se publica anualmente, informa además que se pronostica que el gasto mundial en las tecnologías y servicios que permiten la transformación digital alcanzará los $ 2.3 billones en 2023, con el período de 2019 a 2023 viendo una expansión constante del gasto digital para alcanzar esta cifra. A esto el experto, agrega, “Esto muestra que cada vez más el proceso de transformación digital se está viendo como una inversión a largo plazo, con iniciativas destinadas a asumir una participación del 50% de la inversión mundial en tecnología para 2023, lo que refleja el compromiso global con la transformación digital en todas la empresas y en todas las regiones del mundo”.
En el caso latinoamericano, de acuerdo al Foro Económico Mundial, los gerentes se enfrentan a una potente combinación de oportunidades y desafíos. La tendencia desigual pero constante hacia una mayor integración económica dentro de la región y los crecientes flujos de comercio e inversión tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo, plantean a empresarios y gerentes grandes oportunidades para acceder a nuevos mercados, asociaciones fructíferas y al crecimiento sostenido a través de la transformación digital, evitando la brecha en competitividad que se evidencia en comparación con otras regiones del mundo.
“Por ello, parece que se hace cada vez más urgente que los pequeños y medianos empresarios desarrollen capacidades para reaccionar con mayor flexibilidad a las tendencias que se manifiestan en el mundo actual. En general, las pymes manejan sus actividades de manera aislada e individualista. Por lo tanto, el fomento de acciones que apunten a identificar oportunidades conjuntas de negocios, así como una mayor aglutinación e integración de las actividades de las pymes permitiría mejorar los planes de negocio, los programas de apoyo y la utilización de estos en un nuevo entorno de transformación digital” menciona el CEO de Américas de Prominence Partners.
Mediante la construcción de un proceso de transformación digital en una etapa temprana e integrando la organización más amplia con la tecnología, las empresas se logran mantener a la vanguardia y crean oportunidades para relacionarse con futuros socios. Los procesos internos pueden volverse más eficientes y flexibles, con la capacidad de escalar a medida que el negocio crece. Con el tiempo, la transformación digital produce las herramientas para generar ganancias de tiempo y recursos, fortaleciendo las alianzas comerciales y disminuir la brecha de competitividad.