Sistema Bancario aumenta provisiones por riesgo de crédito y mayor transparencia de su balance.
Por Revista Summa
El sistema bancario panameño sigue presentando fundamentos financieros estables con una muy sólida liquidez (64.2%) y un nivel de solvencia medido a través del índice de adecuación de capital de 15.8%. Ambos coeficientes son superiores a los mínimos establecidos en la Ley Bancaria.
El informe señala con relación a las utilidades del Centro Bancario, que estas registran una disminución de 34.8% comparado con igual período de 2019. Esto responde a dos factores principales: primero, el sistema aumentó el gasto de provisiones en 82.1% para enfrentar riesgo de crédito de la actual coyuntura; esta es una medida conservadora que también favorece la transparencia del balance. Segundo, los ingresos del sistema se han visto reducidos por la menor generación de negocio crediticio durante este año. Los desembolsos de nuevos préstamos a la economía han disminuido en 48.4% hasta el mes de agosto si se compara con similar período del año anterior.
La combinación de mayores gastos y menores ingresos tendrá un impacto adverso sobre los resultados de los bancos en 2020, como también esta sucediendo en una amplia gama de sectores de la economía.
Los bancos han otorgado medidas de alivio financiero a los clientes locales del sistema favorecidos por las medidas regulatorias adoptadas por la Superintendencia de Bancos.
Este se ha realizado con el aplazamiento de pago de cuotas, revisión de términos y condiciones originalmente pactados en los créditos corporativos y cambios en las tasas de interés. Al mes de agosto, los créditos modificados sumaban USD28,083 millones, cerca del 50.6% del saldo de la cartera de préstamos interna, beneficiando a 1,038,158 clientes. Los mayores renglones de créditos modificados se orientan a préstamos hipotecarios, financiamientos interinos de construcción, así como también préstamos comerciales, personales y de tarjetas de crédito.
En resumen, el sistema mantiene sólidos niveles de liquidez y de capitalización, que respaldan los ahorros del sistema, lo que es congruente con el aceptable crecimiento de los depósitos internos, así como también buenas provisiones por futuras contingencias de riesgo de crédito.