Ortega, quien ya gobernó Nicaragua entre 1979 y 1990, aspira a una tercera reelección consecutiva de cinco años.
Por EFE
Los sindicatos sandinistas repudiaron este jueves a la Unión Europea y otros países, a los que señalaron de “injerencia”, y llamaron públicamente a votar por la reelección del presidente Daniel Ortega en las elecciones generales de noviembre próximo, en medio de una ola de arrestos contra líderes opositores.
Los sindicatos Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), la Coordinadora Social, y el Movimiento de Unidad Sindical Nicaragüense (MUSIN), emitieron una declaración en la que mostraron su “rechazo categórico a toda injerencia o acción del Gobierno imperialista norteamericano y los Estados colonialistas de la Unión Europea, contra nuestro país”, indicaron.
En la misma declaración convocaron “desde ya a todos y todas, para que este próximo 7 de noviembre, junto a Daniel, cerremos filas a votar en la casilla número 2, la casilla del pueblo, la casilla de los trabajadores nicaragüenses. La casilla de la dignidad, la soberanía, autodeterminación, la independencia y el derecho a la paz”.
Los sindicatos, que dijeron representar a “centenares de miles de trabajadores nicaragüenses”, emitieron el pronunciamiento en medio de una ola de arrestos de opositores por supuestamente violar la “Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y la Autodeterminación para la Paz”, que reivindicaron hoy los sindicatos sandinistas.
Entre los detenidos hay cuatro aspirantes a la Presidencia, dos exguerrilleros sandinistas disidentes y varios líderes locales, así como a un banquero y dos empleados de una ONG extinta que promovía la libertad de expresión.
Los arrestos de líderes opositores en de cara a las elecciones, así como la aplicación de nuevas leyes que los expertos califican de restrictivas, han sido motivo de críticas por parte de la comunidad internacional, que ha condenado dichas acciones y han solicitado elecciones transparentes.
Ortega, quien ya gobernó Nicaragua entre 1979 y 1990, aspira a una tercera reelección consecutiva de cinco años, para un cuarto mandato en fila y segundo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Nicaragua atraviesa una profunda crisis sociopolítica desde 2018, cuando protestas masivas contra Ortega fueron reducidas con ataques armados de policías y parapolicías que dejaron cientos de presos, muertos o desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio.