200 gerentes y responsables de contratación nos muestran las aptitudes personales que más buscan entre sus candidatos.
Por Revista Summa / Fuente Zety
Los procesos de selección de candidatos están poco a poco automatizándose. Los sistemas de preselección automáticos, con sus palabras clave y algoritmos están haciendo una gran parte del trabajo que anteriormente hacía el personal de recursos humanos. Aún así, todavía queda una perspectiva humana dentro de los procesos de selección.
Las empresas no sólo buscan al candidato con el mejor currículum, también buscan conocer a la persona detrás de ese trozo de papel. Buscan a la persona capaz de encajar a la perfección en su posición y dentro del equipo. Y para ello, desarrollan una idea sobre los rasgos y cualidades necesarias que deberá tener el candidato perfecto para el puesto.
Entonces, ¿cuál es la clave del éxito al buscar un trabajo? Hemos realizado una encuesta para definir en números ese “noseque” capaz de crear al candidato ideal. Más de 200 responsables de contratación nos dieron su opinión sobre los rasgos y cualidades más importantes a la hora de analizar a un candidato.
Esto es lo que nos dijeron.
La Primera Impresión Importa
La conclusión ya la tienes en el título. Los rasgos y cualidades de un candidato no se pueden expresar completamente en un papel. Estos deben ser evaluados cara a cara. Y cuando hablamos de procesos de selección, esa evaluación se lleva a cabo desde el primer segundo de la entrevista.
Ya conoces todos los clichés sobre las primeras impresiones: “No tienes una segunda oportunidad para dar una primera impresión”, “puedes decir mucho sobre alguien por su apretón de manos”, “A veces es difícil deshacerse de las primeras impresiones”, etc. Lo cierto es que tienen parte de razón. Las personas emiten juicios basados en esos primeros momentos críticos de una reunión.
De hecho, algunos estudios afirman que se necesita tan solo una décima de segundo para comenzar a juzgar rasgos importantes de la personalidad como la confianza. Y nuestros propios datos respaldan la importancia de las primeras impresiones. El 83% de los reclutadores encuestados estuvo de acuerdo en que es un factor importante a la hora de contratar a alguien, mientras que solo el 1% estuvo en desacuerdo.
En resumen, es esencial aprovechar al máximo esa pequeña ventana de oportunidad que se da durante los primeros 30 segundos del encuentro, según nuestro estudio. Lo más importante durante los primeros segundos es el «factor cordialidad». Muestra confianza y confiabilidad para si quieres tener un buen comienzo.
Esto también está respaldado por la ciencia. Amy Cuddy, psicóloga social de la Harvard Business School, afirma en sus estudios que la amabilidad y la confianza crean entre un 80% y un 90% de la primera impresión. Como dice Cuddy:
La confianza los abre a lo que tengas que decir. Los abre a tu fuerza y seguridades. La confianza es el conducto por el que viajan las ideas.
También preguntamos a los participantes sobre cómo verifican sus primeras impresiones. Esta fue una pregunta abierta, por lo que obtuvimos una gran variedad de respuestas. Pero el lenguaje corporal y la apariencia personal fueron una respuesta común.
Una vez más, esto retroalimenta directamente la importancia primordial de la confiabilidad y la confianza. El lenguaje corporal y la apariencia personal son factores importantes dentro de la comunicación no verbal, que pueden formar hasta el 50% de lo que comunicamos a los demás. Esto forma una parte fundamental sobre cómo percibimos a los demás.
Como nos dijo uno de los encuestados:
Puedes intuir rápidamente si una persona te va a caer bien y si el resto del equipo lo hará.
En resumen, si te están juzgando y puedes generar esa primera impresión basada en la amabilidad y la confianza desde el momento en que entras por la puerta. Ahora bien. Una vez que se completa la primera impresión, ¿qué cualidades en concreto buscan los entrevistadores en un candidato?
Las 10 Cualidades más Importantes
Preguntamos a los participantes acerca de los rasgos más deseables en un potencial empleado. Pudieron seleccionar no más de cinco cualidades y estas fueron las diez opciones más votadas.
Eran más o menos lo que se cabría esperar, siendo las dos opciones mayoritarias, la lealtad y la integridad. La dedicación a su empresa, la honestidad y unos principios morales sólidos son imprescindibles para el éxito en la gran mayoría de los lugares de trabajo, por lo que, por ahora no encontramos sorpresas.Pero lo más sorprendente es que el «factor cordialidad» que ya mencionamos, se refleja dentro de los rasgos más deseables. La sinceridad, la bondad, la paciencia, la inteligencia emocional, la tolerancia y la mentalidad abierta figuran dentro de la lista de rasgos más deseables.
No basta con demostrar que serás bueno en tu trabajo. También deberás demostrar que eres una buena persona. Y no lo digo yo. Un estudio publicado en Perspectives in Psychological Science profundizó en este tema, analizando grandes conjuntos de datos provenientes de recursos humanos para descubrir qué rasgos de personalidad son los más valorados por las empresas.
Encontraron que las cualidades más deseables se clasificaban en dos grandes ramas: Conciencia y amabilidad. Queda claro que la dedicación, la ética laboral y el «factor cordialidad» son importantes dentro de la búsqueda de empleo. Incluso iríamos un poco más lejos para decir que la cordialidad es el gran «factor X» que todo el mundo necesita para aumentar sus posibilidades de conseguir un nuevo trabajo.
También quisimos examinar si las cualidades deseables de un candidato eran algo universal o si estas cambiarían según la antigüedad y responsabilidad necesaria para el puesto. Esto fue lo que encontramos.
Por tanto, queda claro que algunos rasgos se consideran igualmente valiosos independientemente del nivel del puesto. El espíritu de trabajo en equipo, la confiabilidad, un historial laboral fácil de comprobar y el trabajo duro fueron altamente considerados en todos los niveles. Después de todo, estos son rasgos con los que todo buen empleado debería contar.
Sin embargo, hubo un par de diferencias notables. En particular, la orientación a los detalles fue considerada como más importante para puestos como principiante en comparación con los puestos de alto nivel por el doble de encuestados. Esto tiene sentido, ya que una característica definitoria del liderazgo y la administración es contar con una visión más estratégica y panorámica del conjunto de la situación, mientras que los empleados más principiantes se deben dedicar a tareas más específicas de forma diaria en las que se requiere de una especial atención hacia los pequeños detalles.
Otro hallazgo interesante fue el valor que se le dio a la cuestión del aprendizaje rápido, en especial, en los roles de principiante y junior, en comparación con las posiciones de senior. Parece contradictorio en un principio. Sin embargo, esto encaja perfectamente con la forma idealizada de una curva de aprendizaje.Idealmente, el aprendizaje debería comenzar con pasos pequeños (principiante), seguidos de pasos más grandes (junior) y finalizando con pasos más pequeños hasta que la actividad de aprendizaje alcanza sus límites (senior). Por lo tanto, la capacidad de aprender de forma rápida es considerada como más importante para los roles de nivel principiante y junior.
Por último, también hallamos una diferencia significante en la faceta de orientación a resultados entre los puestos de principiante y los de alto nivel. Nuevamente, puede que esto sea un poco contradictorio al principio. Sin embargo, los roles senior y de liderazgo requieren de un mayor enfoque en los resultados. Estos son los máximos responsables dentro del equipo en relación a los resultados.
Quisimos profundizar más. Ya sabemos lo que quieren las empresas. Pero ¿cómo pueden verificar si realmente tienes lo que necesitan?
La Personalidad a Prueba
Los reclutadores saben lo que necesitan de un candidato. Pero, ¿van más allá de ese instinto para hacer una evaluación más formal de los rasgos de personalidad del candidato?
Los resultados revelaron que una parte significativa de ellos lo hace. Alrededor del 52% de nuestros encuestados realizan tests de personalidad o técnicas de elaboración de perfiles psicológicos para identificar los rasgos de personalidad deseados en los candidatos.
Curiosamente, también descubrimos una división de género en el uso de estas técnicas. Los reclutadores masculinos tienden a realizar más pruebas de personalidad (56%), frente a las reclutadoras mujeres (43%). También notamos una gran división entre los diferentes grupos de edad. Tan solo el 14% de los responsables de contratación con más de 56 años utilizaría técnicas de elaboración de perfiles, frente al 51% de los reclutadores de entre 24 y 39 años.
Sigue habiendo una parte intensamente humana en el proceso de contratación y serás juzgado con la primera impresión. Pero, afortunadamente, lograr esa primera buena impresión y mostrar las cualidades más importantes para el trabajo se reduce a una cosa: el Factor Cordialidad.
La confianza y la amabilidad constituyen ese «factor X» esencial que las empresas buscan en un candidato. Tan simple como eso.