La compañía brinda apoyo a sus 168 proveedores y ejecuta acciones en beneficio de las finanzas de los pequeños empresarios.
Por Revista Summa
La continuidad de la mayoría de las micro, pequeñas y medianas empresas (PyMes) está en riesgo ante el devastador impacto económico de la COVID-19, por lo que ahora es aún más importante el apoyo que puedan recibir del gobierno, el resto del sector empresarial y los consumidores.
Walmart de México y Centroamérica es consciente de la situación, por lo que desde el comienzo de la pandemia ejecuta una serie de acciones para resguardar a sus 168 proveedores PyMes en Costa Rica, quienes pertenecen al programa Una Mano Para Crecer (UMPC), y a su vez son fuente de ingresos económicos para 2.520 familias.
Una de las primeras medidas implementadas por la empresa fue agilizar el pago de facturas en un plazo máximo de siete días con el fin de que los pequeños y medianos empresarios tuvieran la liquidez suficiente para sostener sus operaciones y el abastecimiento de las tiendas.
La buena administración de los recursos económicos, en conjunto con otras acciones impulsadas por las PyMes, permiten que cosechen buenos resultados en lo que va del año. Las cifras de sus ventas en los Walmart, Masxmenos, Maxi Palí y Palí registran un crecimiento del 25,51%.
Algunos de los empresarios nacionales incluso exportan sus productos a otras operaciones en Centroamérica, entre ellos: ICAIPA, SAVONE y Corporación Rayo de Luz.
Yolanda Fernández, subdirectora de Licencia Social para Centroamérica, mencionó que también se intensificaron los esfuerzos en capacitaciones y asesorías personalizadas para que superen las dificultades actuales y que, además, mejoren su desempeño en comparación a otros años.
Recientemente las PyMes participaron en una video conferencia con Marcos Urarte, consultor estratégico en más de 100 entidades públicas y privadas de España y Latinoamérica. El tema, “Del shock a la acción: La adversidad como nuevo paradigma de normalidad y de oportunidades”.
En la charla se concluyó que las empresas post COVID-19 deben ser curiosas, creativas, ágiles, adaptables, con capacidad de anticipación, que les interese aprender de forma continua, que empoderen a sus mandos para que tomen decisiones, rápidas, rentables y resilientes.
Además, las compañías deben ser saludables (no tóxicas), tener afán de superación, solidarias, sostenibles y por supuesto, tener un componente digital. Eso sí, es importante tener claro que “la transformación digital no es un proyecto tecnológico. Es un proyecto de transformación en el que necesitamos tecnología”, destacó Urarte en su presentación.
Con ese tipo de enseñanzas, Walmart de México y Centroamérica desea seguir estrechando su relación con cada uno de los micro, pequeños y medianos empresarios costarricenses, quienes son una pieza fundamental en el proceso de reactivación económica que necesita el país.