Panamá Viejo jugó un papel fundamental en esa nueva concepción del mundo.
Por EFE
La torre de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, un antiguo campanario de 30 metros, saluda a los turistas que hoy contemplan las ruinas de Panamá Viejo, la primera ciudad europea en el Pacífico fundada en 1519 y un importante «hub» comercial entre el viejo y nuevo mundo.
Ese sitio arqueológico, junto con el Casco Antiguo de Ciudad de Panamá, fue un gran puerto comercial que conectó a España y América. Ahora, ambos puntos son clave en la Ruta Colonial Transístmica de Panamá, que aspira a ser Patrimonio Mundial de la Unesco.
Esa ruta la componen también las Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá: Portobelo y San Lorenzo (Patrimonio Mundial desde 1980 y en la lista del Patrimonio en Peligro desde 2012), y los caminos coloniales que unen los destinos del Pacífico y el Caribe: el de Cruces y el Camino Real.
«Panamá Viejo jugó un papel fundamental en esa nueva concepción del mundo; en ese mundo globalizado que nace hace cinco siglos», contó a EFE la directora ejecutiva del Patronato de Panamá Viejo, Julieta de Arango.
De Arango explicó que Panamá Viejo fue «la primera ciudad (europea) fundada justo a orillas del océano Pacífico, y la mentalidad de ese momento no solo era continuar con las exploraciones hacia Centroamérica sino crear una ruta de comunicación con la metrópoli».
Tras descubrir «el potencial de las colonias del Sur (sobre todo de Perú, una importante fuente de riqueza para los colonos), se establece la ruta colonial transístmica» y «ese eje vertical» es lo que permite el «trasiego de mercancías, plata, alimentación y el intercambio de personas hacia las colonias y la metrópoli», detalló.
«Panamá Viejo fue un punto importante para el trasiego del comercio y las mercancías (…) recibía la plata que venía del Perú, y las mercancías que llegaban de España», y viceversa, señaló De Arango.
La ciudad, con una población de hasta 10.000 habitantes, fue atacada por el pirata inglés Henry Morgan en 1671. La magnitud de la ofensiva hizo que los españoles provocaran un gran incendio que acabó con la urbe, según los historiadores.
Tras ello, construyeron el actual Casco Antiguo de Ciudad de Panamá (Patrimonio Mundial desde 1997) y mantuvieron la importante actividad comercial.
CASCO ANTIGUO DE PANAMÁ, EL NUEVO CENTRO POLÍTICO Y ECONÓMICO
El Distrito Histórico de Panamá, más conocido como el Casco Antiguo, se convirtió en el nuevo «puerto y terminal histórica de la ruta en el Océano Pacífico a partir de 1673 cuando se funda nuevamente», dijo la historiadora y directora del Centro de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Culturales, Marixa Lasso.
«A raíz de ese ataque, la ciudad se reconstruye como una ciudad amurallada preparada para la defensa. Y es un símbolo de cómo los panameños vivieron y sobrevivieron el trauma histórico de la invasión de Henry Morgan en 1671», señaló Lasso.
La creación de la nueva urbe también traslada «los caminos Real y de Cruces, junto con sus edificios de gobierno, iglesias y conventos, así como las casas de sus vecinos», destacó la historiadora.
«Esta ciudad ha sido el centro político de la Ruta desde 1673 hasta nuestros días y fue su centro económico desde 1673 hasta mediados del siglo XX, cuando los bancos y los comercios van saliendo de la antigua ciudad», describió.
El Casco Antiguo de Ciudad de Panamá es un colorido centro histórico de la época colonial con una estructura similar a la de otras ciudades levantadas por españoles en Latinoamérica: una plaza con la iglesia principal como epicentro urbano.
Ubicado en la costa de la bahía de Panamá, sus estrechas calles recorren los bajos edificios, que contrastan con los rascacielos de la actual capital panameña, y las iglesias católicas – que también respetan la arquitectura de la época-.
«Tiene un gran valor histórico y patrimonial, ya que su patrimonio arquitectónico y cultural son el reflejo de la relación centenaria entre la ciudad de Panamá y su mar, así como el lugar de Panamá como sitio de confluencia y encuentro entre culturas», apuntó Lasso.
El Casco Histórico «también contiene la historia de las tecnologías de transporte mundial que han marcado su existencia, desde los caminos de mulas, hasta el ferrocarril y el Canal de Panamá».
«Todo hecho a escala necesaria para un punto de paso obligado del comercio mundial», concluyó la historiadora.