La Fiscalía de Nicaragua acusó al grupo de opositores, entre ellos a Álvarez, por presunta tenencia ilegal de armas de fuego y municiones.
Por EFE
La excarcelada opositora Ivania Álvarez informó este viernes que abandonó Nicaragua en medio de la ola de arrestos contra varios dirigentes políticos, cuando faltan menos de cuatro meses para las elecciones generales, en las que el presidente del país, Daniel Ortega, buscará una nueva reelección.
Álvarez, dirigente territorial de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, dijo en un mensaje en Twitter que decidió irse del país tras el constante asedio en su casa de habitación y en la de familiares.
«He decidido salir de Nicaragua a raíz del asedio y hostigamiento de la Policía Nacional y paramilitares. El último mes he tenido que cambiar muchísimas veces de casa y todas las casas a las que he ido han sido asediadas», afirmó Álvarez.
«Para mí esta ha sido una decisión muy difícil en un momento como este. Siento que Nicaragua necesita apoyo, necesita ayuda. Y siento que mucha gente tiene que sumarse a la voz de auxilio de este país», continuó.
Álvarez fue arrestada en noviembre de 2019 junto a otras 12 dirigentes opositoras cuando se disponían llevar agua a unas madres que hacían una huelga de hambre por la liberación de sus hijos en una parroquia en la ciudad de Masaya (sureste), y fue liberada el 30 de diciembre de ese mismo año.
La Fiscalía de Nicaragua acusó al grupo de opositores, entre ellos a Álvarez, por presunta tenencia ilegal de armas de fuego y municiones, en el marco de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde el 18 de abril de 2018 y que ha dejado cientos de muertos y detenidos, y decenas de miles en el exilio, por protestar contra Ortega.
NICARAGUA NECESITA LIBERTAD, DICE
«Vivir con asedio más de dos años y haber estado en la cárcel no ha sido tan duro como tener que salir de Nicaragua», aseguró.
Dijo que abandonar su país «es realmente un sentimiento de pérdida en todos los niveles: a nivel de familia, de amigos, pero sobretodo de quienes me han acompañado durante todo este tiempo».
«Lo único que me sostiene es la idea de seguir aportando, de seguir llevando la voz de quienes no pueden hablar, como son los presos, las presas, y de seguir apoyando a sus familiares», añadió.
Para Álvarez, en Nicaragua hacen falta muchas cosas, «pero en este momento creo que la mayor necesidad es la libertad», y en su caso lo más importante «es resguardar la vida y resguardar la libertad para poder seguir apoyando».
Esta semana, la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia anunció que al menos 26 de sus líderes se han ido de Nicaragua, la mayoría con destino a Estados Unidos, mientras la Unidad Nacional reporta otra decena, en su mayoría excarcelados.
En el marco del proceso electoral, las autoridades nicaragüenses han arrestado a los aspirantes presidenciales opositores Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora y Medardo Mairena, entre otros líderes contrarios a Ortega, que están siendo investigados por supuesta traición a la patria.
Las detenciones y éxodo de líderes opositores se producen de cara a los comicios generales del próximo 7 de noviembre en los que Ortega, un exguerrillero sandinista que retornó al poder en 2007 tras presidir el país entre 1979 y 1990 y que desde 2017 gobierna junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, buscará la reelección por cinco años más.