Creciente optimismo en la oficina.
Por Ricardo Riva Palacio, Business Sales Manager en Barco
Un año después de la pandemia la modalidad de trabajo ha evolucionado, al comienzo de esta situación, el trabajo desde casa parecía ser la fórmula para la productividad. Sin embargo, un estudio realizado por Barco sobre la Reunión Híbrida 2020, mostró que las desventajas comenzaron a pesar más que los beneficios. Los empleados extrañan la interacción social, experimentan la fatiga de las reuniones a distancia y luchan por equilibrar las tareas domésticas y de oficina.
Ahora, de cara al 2021 y al que parece ser el año de la resiliencia, Barco realizó un estudio llamado Meeting Trends Research 2021 donde se muestra que el 56% de los empleados están ansiosos por regresar a la oficina, y el 72% espera regresar a fines de junio de 2021. Esta investigación descubrió nuevas tendencias para el lugar de trabajo. Una de ellos es que los empleados de todo el mundo están ansiosos por volver a la oficina. El 50% de la población activa ya acude ocasionalmente a la oficina, pero el estudio muestra algunas diferencias regionales.
Por ejemplo, a diferencia de América Latina, Australia y Francia parecen estar a la vanguardia de la tendencia de vuelta a la oficina, con un 82% y un 61% de los empleados, respectivamente, que ya han regresado (parcialmente). En India y EE. UU., La mayoría de los trabajadores aún no han regresado, y solo el 40 y el 42%, respectivamente, indican que ya están de vuelta. La mayoría de los empleados (72%) esperan estar de regreso a finales de junio. Sin embargo, en Alemania muchos empleados creen que solo podrán regresar de julio a septiembre y en adelante.
Los empleados quieren retomar sus actividades presenciales, pero esto no significa que estén listos para renunciar a la flexibilidad recién descubierta en su trabajo desde casa. Las personas quieren elegir cuándo y dónde laborar y están cansados de las reuniones virtuales. Esto lleva a que el equilibrio ideal de la semana laboral cambie a favor de la oficina. En septiembre de 2020, la gente era aún más optimista sobre trabajar desde casa y los empleados indicaron que la semana laboral ideal sería 2 días en casa y 3 días en la oficina. Hoy en día, el deseo de hacerlo desde casa se ha reducido a 1,5 días a la semana, y los empleados prefieren pasar más tiempo en la oficina.
En este sentido, el modelo de trabajo y las reuniones híbridas son la consolidación de los cambios en la dinámica social que experimentamos en 2021. Una reunión híbrida es una en la que una parte de la audiencia se une desde la oficina y otra parte se une de forma remota, habilitada por la tecnología de conferencias de audio y video con un fuerte enfoque en el intercambio de contenido.
No obstante, hay una diferencia clave entre un encuentro híbrido y uno virtual. Hybrid es una combinación única de un componente en la habitación y un componente virtual en línea con transmisión de video en vivo y presentación de contenido en línea. Combina las mejores características de ambos tipos de reuniones: comunicación en persona y beneficios de reuniones virtuales para compartir información, grabar e interactuar.
En las reuniones híbridas, la atención se centra en la colaboración fluida y en el intercambio de contenido tanto en la sala como de forma remota. El objetivo final es hacer que sean tan intuitivas y sencillas como las que son cara a cara. Esta tendencia muestra una total aceptación por el modelo de trabajo híbrido que hoy en día es la clave para la productividad y sinergia en el equipo. Un lugar de trabajo renovado, que adopte modelos nuevos y combinados, serán sustancialmente diferentes y los resultados se verán en la forma en la que las personas se desenvuelven, no sólo a nivel laboral, sino social.
Para facilitar esta necesidad, las oficinas necesitarán un replanteamiento y un rediseño. Especialmente cuando los empleadores quieren garantizar reglas para el distanciamiento social y restringir el movimiento en áreas concurridas al mismo tiempo. Los trabajadores quieren juntas en persona más estructuradas y planificadas y, en consecuencia, espacios más cerrados y formales que permitan las reuniones por video, por lo que a partir de ahora es más imperante la necesidad de adaptar las salas de juntas con tecnologías inmersivas.