Las exportaciones de crudo iraní no han parado de aumentar en los últimos tiempos con cerca de 1,5 millones de barriles diarios, los máximos niveles desde que Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear con Teherán en 2018 y reimpuso las sanciones en su contra.
Por EFE.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este viernes endurecer las sanciones económicas al petróleo iraní.
Los legisladores aprobaron el proyecto de ley con 342 votos a favor y 69 en contra, recibiendo así el apoyo mayoritario de los partidos demócrata y republicano.
La medida legislativa aprobada en la Cámara Baja busca castigar a las refinerías y puertos internacionales que trabajen con Irán y violen por tanto las sanciones estadounidenses.
Para que sea efectivo el proyecto de ley debe ser aprobado ahora en el Senado, donde ya ha recibido apoyo de legisladores de los dos partidos, aunque no hay fecha para su votación.
En un comunicado conjunto, el congresista republicano Mike Lawler y el demócrata Jared Moskowitz afirmaron que la votación «manda un mensaje alto y claro a malos actores como China, Rusia y otros: no asistan a Irán a evitar sanciones ayudándoles a financiar el terrorismo, o afronten las consecuencias».
La hostilidad contra Irán en Estados Unidos ha aumentado desde que Hamás, aliado de Teherán, lanzase un ataque sin precedentes contra Israel el 7 de octubre en el que murieron unas 1.400 personas.
Irán, sin embargo, ha negado cualquier tipo de implicación en el ataque de Hamás.
Las exportaciones de crudo iraní no han parado de aumentar en los últimos tiempos con cerca de 1,5 millones de barriles diarios, los máximos niveles desde que Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear con Teherán en 2018 y reimpuso las sanciones en su contra.
El 80 % de estas exportaciones tienen a China como destinatario.
Kimberly Donovan, una directora del centro de pensamiento con sede en Washington Atlantic Council, afirmó en declaraciones recogidas por el medio The Hill que las sanciones aprobadas por la Cámara Baja son muy similares a otras ya existentes.
«No estoy exactamente segura de cómo esto (…) impactaría realmente y de manera significativa la capacidad de Irán para vender su petróleo», afirmó.