Las iniciativas de la compañía han impactado más de 25 millones de personas en todo el mundo, según el nuevo Informe Global de Sustentabilidad.
Por Revista Summa
Kimberly-Clark, la multinacional estadounidense de bienes de consumo, celebra los avances hacia los objetivos de impacto social establecidos en su Plan de Sustentabilidad para 2030.
El resultado, publicado en la última edición del Informe Anual de Sustentabilidad, refleja la búsqueda de la compañía por contribuir a la sociedad, mediante donaciones y la fabricación de productos esenciales en su historia, y en el reciente y desafiante escenario de la pandemia. En el documento, la compañía refuerza su compromiso de enfrentar los desafíos sociales y ambientales, mejorando la calidad de vida y el bienestar de mil millones de personas en comunidades vulnerables de todo el mundo para 2030.
Al acercarse a su 150 aniversario, la compañía sigue dedicada a liderar al mundo en lo que es esencial para una vida mejor. “Nos mueve nuestro compromiso de mejorar las comunidades en las cuales trabajamos y vivimos y, aunque todavía enfrentemos un escenario sin precedentes con el COVID-19, estamos enfocados en generar un impacto positivo en la región de manera acelerada en los próximos años”, señaló Gonzalo Uribe, presidente de Kimberly-Clark en América Latina, región donde se han beneficiado más de 3.5 millones de personas desde el 2015.
En 2020, la cantidad de vidas impactadas por Kimberly-Clark en América Latina creció un 350% en comparación con 2019, mediante programas sociales establecidos como Baños Cambian Vidas, Un Abrazo para Cada Bebé y la iniciativa Ella Puede. Las acciones en alianza con organizaciones no gubernamentales como Plan International, Cruz Roja y Bancos de Alimentos, alcanzaron 1.7 millones de personas en el período, incluidos los profesionales de salud de la primera línea y las comunidades en condición de vulnerabilidad de la región. Además, se donaron un total de 11 millones de unidades de productos como parte de los esfuerzos de ayuda contra el COVID-19 -el equivalente a US$ 1 millón en papel higiénico, pañales y productos para la higiene femenina-.
En el 2020, la organización publicó sus nuevos objetivos y pilares de sustentabilidad para el 2030, y desde entonces ha acelerado la promoción de ideas e iniciativas innovadoras que buscan generar cambios a largo plazo con un efecto duradero y con la menor huella ambiental posible.
Los objetivos de impacto social establecidos por Kimberly-Clark para los próximos diez años tienen como finalidad: contribuir a la salud y al bienestar de las personas en todas las etapas de la vida; desafiar los estigmas relacionados con la menstruación y garantizar el acceso a la educación; apoyar el progreso de las niñas y las mujeres, además de promover un mundo donde todos tengan acceso al agua potable y saneamiento. La compañía se enfoca en cumplir todas estas metas por medio de iniciativas de valor compartido e innovación en sus marcas, que buscan alternativas de impacto para los desafíos globales.
“El mundo está cambiando rápidamente y para lograr la escala de impacto positivo que buscamos, debemos alinear nuestro negocio con lo que la sociedad realmente necesita en este momento.