En Panamá hay una treintena de salarios mínimos, dependiendo de la actividad y zona del país, que por ley deben ser revisados cada dos años.
Por EFE
Las autoridades de Panamá instalaron este viernes la comisión nacional tripartita – con representantes de patronos, trabajadores y Gobierno- para revisar el salario mínimo, en medio de una crisis derivada de la pandemia de la covid-19.
«Estamos instalando una mesa de revisión de salario mínimo en medio de una pandemia que no hemos superado todavía y que aún tenemos efectos negativos en muchísimas actividades económicas», dijo a los periodistas la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Doris Zapata.
La llamada Comisión Nacional de Salario Mínimo está integrada por la ministra Zapata; Genaro López, de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), por el sector trabajador, y Juan Antonio Ledezma, del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), por los empleadores, junto con otros.
En Panamá hay una treintena de salarios mínimos, dependiendo de la actividad y zona del país, que por ley deben ser revisados cada dos años, una tarea que le corresponde a la mesa, cuyos miembros sin embargo nunca llegan a acuerdos y el Gobierno termina decretando el ajuste.
Así, en 2019 el actual Gobierno del presidente Laurentino Cortizo decretó un alza promedio del 3,3 %, mientras que en 2017 el entonces gobernante Juan Carlos Varela aprobó un alza del 6,5 % en las grandes empresas y del 4,5 % en las pequeñas.
Tanto la ministra Zapata como el empresario Ledezma advirtieron sobre las dificultades de instalar esta comisión dados los efectos de la pandemia en la economía de Panamá: una caída del 17,9 % del producto interior bruto (PIB) y un desempleo que llegó a 18,5 % en 2020.
La productividad ha comenzado a reactivarse y, según las estadísticas oficiales, el PIB creció un 10 % en el primer semestre de este año, mientras que el desempleo se situó en el 14,5 %.
En ese contexto, Ledezma dijo que este año la economía del país no está creciendo sino que se está «recuperando», por lo que este aumento del salario mínimo hay que mirarlo con «mucho cuidado».
Por su parte, López defendió el alza del salario mínimo argumentando el aumento de los precios de los productos de primera necesidad, lo que impide a las familias cubrir sus gastos básicos.
Agregó que algunos salarios «ni siquiera llegan a cubrir la canasta básica de alimentos», pues, según estimaciones realizadas por los sindicatos, «la familia que no llega a 500 dólares mensuales no pueden resolver sus necesidades».
La principal propuesta de los sindicatos en la mesa es unificar un salario mínimo para todas las actividades económicas, pues «las mismas necesidades que tiene una doméstica las tiene un médico y el salario mínimo debe cubrir las necesidades básicas del trabajador».
Algunos economistas locales sostienen que un incremento del salario favorecería la recuperación del consumo interno, muy debilitado, y por tanto de la economía de Panamá, que crecerá entre un 8 % y un 12 % este 2021, según las previsiones de organismos internacionales.