En Honduras, con excepción de Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes, rige desde mediados de junio la fase uno para la reactivación económica.
Por EFE
El Gobierno de Honduras aprobó este martes restablecer la primera fase de un plan de reapertura gradual y ordenada del sector económico en varias regiones del país tras un fallido intento a mediados de junio debido al acelerado crecimiento de contagios de la pandemia del coronavirus.
El reinicio de la actividades económicas a partir de este miércoles fue aprobado durante el Consejo de Ministros, que dirige el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, tras una recomendación de la Mesa Multisectorial y la exigencia de la empresa privada.
Hernández pidió a los ministros de la Presidencia, Ebal Díaz; Trabajo, Carlos Madero, y de Seguridad, Julián Pacheco, elaborar el decreto final sobre la reactivación de la economía.
La Mesa Multisectorial pidió al Gobierno tomar en cuenta factores como la pérdida de miles de empleos, el cierre de empresas y muchas familias que siguen sin recibir ingresos por la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que hasta ahora ha causado más de 1.000 muertos y cerca de 40.000 contagios en el país.
El gobernante dijo que las medianas y grandes empresas se han comprometido a «instalar (centros de) triaje para sus colaboradores».
Instó a las autoridades del Banco Central de Honduras y de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros a conversar con la Asociación Hondureñas de Instituciones Bancarias y las cooperativas porque «es importante que los sistemas de garantía tengan su impacto en la economía».
«Yo espero que esta decisión le dé certidumbre al sistema financiero para que los emprendedores se reinventen y rescaten sus negocios», enfatizó.
Fortalecer campañas que «nos lleven a cambiar la cultura del pueblo hondureño en el sentido que la gente al primer síntoma asista a un centro de salud y cómo darle seguimiento a alguien que ya está contagiado o tiene la enfermedad», es un compromiso con el sector empresarial y los medios de comunicación, señaló Hernández.
GARANTIZAR MEDICAMENTOS GRATIS
En Honduras, con excepción de Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes, rige desde mediados de junio la fase uno para la reactivación económica.
Los departamentos de Olancho, Choluteca, Atlántida, Comayagua, Santa Bárbara, Lempira y Colón, que tienen altas incidencias de contagios de COVID-19, también están excluidos de la fase uno.
El gobernante hondureño también solicitó al canciller, Lisandro Rosales, y la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, que en conjunto con la industria farmacéutica y el sector privado den seguimiento «para que garanticemos el flujo de medicamentos de los tratamientos en todos los establecimientos de salud públicos, pero también que estén en las farmacias privadas».
Esos medicamentos, añadió, deben entregarse a las personas «sin costo», por lo que Rosales y Flores deben establecer «un mecanismo para que sea el Estado quien lo pague».
Además, pidió acelerar la instalación de centros de triaje en los 298 municipios hondureños y entregar equipo de bioseguridad a todo el personal que está «en primera fila» en la lucha contra el coronavirus.
También agradeció al Gobierno de Canadá y la Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud (OMS/ OPS) por la «operación rápida, transparente y diligente» en la que Honduras compró 23 millones de lempiras (920.000 dólares) en equipo de bioseguridad para el personal sanitario.
PANDEMIA DISMINUYE INGRESOS TRIBUTARIOS
Los ingresos tributarios del Estado hondureño disminuyeron en los primeros seis meses un 27,8 %, lo que supone 15.553 millones de lempiras (unos 622 millones de dólares) menos con relación al Presupuesto (1.098 millones de dólares) debido a la crisis de la COVID-19, dijo la ministra de Finanzas, Rocío Tabora, en el Consejo de Ministros.
La situación de administrar las finanzas públicas del país «es muy difícil en este momento de crisis, porque obviamente la pandemia ha generado un impacto económico», enfatizó.
La crisis ha provocado la pérdida de empleos y el cierre de empresas, lo que ha tenido «una fuerte repercusión en la recaudación tributaria» de Honduras, es decir, que «faltan en el Presupuesto General de la República vigente, cerca de 15.553 millones de lempiras (622 millones de dólares), con los que ya no se cuenta», señaló.
«Obviamente de seguir este ritmo el riesgo es que al final del año la recaudación en el tesoro nacional es que tengamos entre 32.000 hasta 40.000 millones de lempiras (entre 1.280 millones y 1.600 millones) menos de ingresos, una situación bastante delicada», advirtió Tabora.