El gobierno taiwanés amplió el número de becas para estudiantes guatemaltecos de diversas carreras universitarias, según los detalles brindados por Giammattei.
Por EFE
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, aseguró este martes que Taiwán «seguirá siendo su principal aliado», esto en respuesta a las críticas del Gobierno de China por su visita a la isla en abril.
«Somos un país soberano y tenemos derecho de tener relaciones con los países que nosotros consideremos», afirmó Giammattei en una conferencia de prensa este martes en la Ciudad de Guatemala.
Las palabras del mandatario guatemalteco fueron en respuesta a la crítica del Gobierno de la República Popular de China, que en días recientes, le acusó de «perseguir sus propios intereses» y «ayudar al tirano», esto en referencia a Taiwán.
«China no nos puede obligar a tener relaciones con ellos y menos a lanzar amenazas como las que hicieron», detalló el presidente guatemalteco.
Giammattei negó tener intereses personales en su relación con Taiwán y aseguró que este país «siempre ha sido solidario con Guatemala» en temas de inversiones y asistencia humanitaria en diversas emergencias.
RESULTADOS DE VIAJE A TAIWÁN
Durante la conferencia de prensa, Giammattei brindó detalles sobre los resultados de su visita oficial a Taiwán, realizada entre el 24 y 26 de abril pasado.
«Dos empresas de textiles de Taiwán trasladarán sus operaciones a Guatemala», aseguró Giammttei y agregó que 50 inversionistas taiwaneses visitarán el país centroamericano para conocer opciones de inversión.
Además, el gobierno taiwanés amplió el número de becas para estudiantes guatemaltecos de diversas carreras universitarias, según los detalles brindados por Giammattei.
Guatemala -que celebró 62 años de relaciones con la isla en noviembre pasado- y Belice son los dos únicos socios diplomáticos que le quedan a Taiwán en Centroamérica después de que el pasado 26 de marzo Honduras rompiera sus nexos con Taipei para establecerlos con China.
China reclama la soberanía sobre Taiwán, isla a la que considera un territorio rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí tras perder la guerra civil contra el ejército comunista en 1949.