Las autoridades estiman que las remesas enviadas por los inmigrantes representan el 10 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Por EFE
Guatemala recibió en 2020 más de 11.508 millones de dólares en remesas familiares del exterior, lo que se convirtió en un nuevo récord histórico al superar en casi un 8 por ciento las divisas de 2019, informó este viernes la banca central.
La cifra revelada por el Banco de Guatemala (central) da cuenta que los inmigrantes enviaron al país centroamericano en diciembre pasado 1.163 millones de dólares, la cantidad más alta de los 12 meses del año, superior a los 1.132 millones del mes de octubre que había sido la mayor cantidad remitida.
Según las autoridades, las remesas de diciembre de 2020 también fueron superiores en 23,6 % a los 940,8 millones de dólares del mismo mes de 2019.
De acuerdo con la entidad bancaria, Guatemala cerró el 2020 con un récord de remesas de 11.340 millones de dólares, superior en 832 millones a 2019, es decir 7,9 % más que los 10.508 millones de dólares que se recibieron en 2019.
Desde junio, la banca central registró un mayor ingreso de remesas familiares enviadas por los inmigrantes en el extranjero, en su mayoría en Estados Unidos, tras la crisis provocada en el inicio del año por la pandemia.
Las autoridades estiman que las remesas enviadas por los inmigrantes representan el 10 % del Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo a diversos informes, el dinero enviado desde el exterior sirve para la supervivencia de alrededor de seis millones de personas de las 16 millones que habitan en el país centroamericano.
En el 2018 los guatemaltecos radicados en el exterior enviaron al país 9.287 millones de dólares mientras que la cifra fue de 8.192 millones de dólares en 2017.
En el extranjero viven más de tres millones de guatemaltecos, la mayoría de ellos en Estados Unidos, según el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Los guatemaltecos se han visto obligados en las últimas décadas a migrar con el fin de mejorar sus condiciones de vida y la de sus familiares en el país, donde el 59 % de la población vive bajo la línea de la pobreza y el 50 % de los niños del país sufre algún grado de desnutrición.