Entre septiembre y octubre, Guatemala impidió el ingreso a 5.269 venezolanos, siendo este más del 90 % del total registrado este año.
Por EFE
Guatemala ha rechazado hasta este lunes el ingreso de 6.933 venezolanos que intentaron cruzar las fronteras terrestres del país centroamericano de forma irregular en 2022.
A los casi 7.000 venezolanos se suman otros 9.000 migrantes de 40 países que no pudieron acceder al territorio guatemalteco, según registros del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM).
El éxodo masivo de venezolanos es una novedad este año en Guatemala y obedece al gran flujo de ciudadanos del país suramericano que atraviesan más de 6.000 kilómetros en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos.
«Guatemala es un país de contención migratoria, es un muro a servicio de la política de seguridad estadounidense», declaró a EFE este lunes Ursula Roldán, investigadora especializada en migraciones de la universidad privada Rafael Landivar de Guatemala.
De igual forma, Estados Unidos reformó su política migratoria el 12 de octubre para expulsar a los miles de venezolanos que logran llegar hasta su frontera sur con México.
Guatemala respaldó dicha política asignando a más de 2.000 soldados para realizar operativos en conjunto con el IGM para cortar el paso de los migrantes suramericanos.
Entre septiembre y octubre, Guatemala impidió el ingreso a 5.269 venezolanos, siendo este más del 90 % del total registrado este año.
LOS PELIGROS DE LA RUTA
«No sólo deben cruzar la selva en Panamá, también se enfrentan a traficantes y extorsiones de funcionarios corruptos en otros países», advierte Roldán, sobre los venezolanos.
A criterio de la investigadora social, el éxodo de migrantes venezolanos amerita una «atención humanitaria transnacional» respaldada por entes como Naciones Unidas.
«Es delicado porque estamos hablando de mujeres y niños que se están poniendo en riesgo», resaltó Roldán.
Además, albergues como la Casa del Migrante en Ciudad de Guatemala ha registrado a decenas de venezolanos que viajan de vuelta a su país en los últimos dos meses.
«Hemos atendido a muchos venezolanos que vienen de regreso de la frontera estadounidense, ya sin esperanza ni sueños», declaró a EFE el sacerdote Francisco Pellizari, director de la Casa del Migrante, durante una entrevista la semana pasada.
Pellizarí detalló que el albergue que dirige cerrará 2022 con más de 16.000 personas en tránsito atendidas, siendo el 80 % de origen venezolano.
Se estima que, desde 2014, unos 6,4 millones de venezolanos han migrado producto de la inestabilidad económica de su país, de acuerdo con datos difundidos por el Gobierno de Estados Unidos.