La compra de billetes de avión en EEUU volvió a crecer en las últimas semanas a medida que algunos estados levantaban restricciones y abrían sus economías.
Por EFE
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, anunció este martes que las mayores compañías aéreas del país, entre ellas Delta, United y Southwest, mostraron su intención de solicitar ayuda federal ante la aguda crisis derivada por la pandemia del coronavirus.
«Damos la bienvenida a las informaciones de que Alaska Airlines, Delta, JetBlue, Unitad y Southwest han firmado cartas de intención» para participar en el programa de asistencia federal incluido en el paquete de estímulo fiscal aprobado a finales de marzo, indicó Mnuchin en un comunicado.
Estas compañías se suman a otras como American Airlines, Frontier, Hawaiian, Sky West y Spirit, que ya lo habían anunciado la pasada semana.
«Las grandes aerolíneas estadounidenses juegan un papel vital en nuestra economía y son fundamentales para los viajes y comercio doméstico e internacional», agregó Mnuchin.
El programa federal tiene destinados hasta 25.000 millones de dólares en préstamos para mantener a flote la industria aérea, una de las más afectadas por las alteraciones a la actividad económica causadas por la pandemia.
Para acceder a estos fondos, las aerolíneas deben aceptar varias condiciones entre ellas no realizar despidos hasta finales septiembre, mantener ciertos niveles operativos, y limitar las recompras de acciones y las compensaciones a ejecutivos.
El Departamento del Tesoro no reveló el montante concreto solicitado por cada compañía.
La pasada semana, el presidente ejecutivo de American Airlines, Doug Parker, explicó en un mensaje a sus empleados que la empresa ha pedido un préstamo de US$4.750 millones que espera finalizar durante el tercer trimestre de 2020.
La compra de billetes de avión en EEUU volvió a crecer en las últimas semanas a medida que algunos estados levantaban restricciones y abrían sus economías, pero en los últimos días el repunte de contagios en varios estados del sur y oeste del país, como Texas, Florida, Arizona y California, han vuelto a frenar la demanda.