Los fondos proporcionarán recursos oportunos para contrarrestar el impacto económico y social de la pandemia y catalizarán el apoyo adicional de otros socios para el desarrollo.
Por Revista Summa
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la solicitud de Guatemala de asistencia financiera de emergencia bajo el Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) equivalente a DEG 428.6 millones (100 por ciento de la cuota, o alrededor de US$594 millones al tipo de cambio actual). El IFR ayudará al país a cumplir con las necesidades urgentes de balanza de pagos derivadas de la pandemia COVID-19 y a catalizar fondos adicionales de otros socios para el desarrollo.
A pesar de los sólidos fundamentos, el modelo económico y social de Guatemala ha demostrado ser vulnerable al brote de COVID-19. La gran dependencia de las remesas y las medidas de cierre necesarias están amplificando los efectos económicos de la pandemia. La cobertura médica limitada, especialmente de las poblaciones pobres y rurales, plantea un desafío sustancial para la contención del virus. Para mitigar los efectos de la pandemia, las autoridades están aumentando oportunamente el gasto y las transferencias de atención médica para los más vulnerables, y procurando una flexibilización de la política monetaria, una mayor provisión de liquidez y medidas cautelares de apoyo.
Tras la discusión del Directorio Ejecutivo sobre la solicitud de Guatemala, el Sr. Mitsuhiro Furusawa, Director Gerente Adjunto y Presidente Interino, emitió la siguiente declaración:
“La pandemia de COVID-19 está afectando severamente a Guatemala. La débil demanda externa, la disminución de las remesas y las medidas de confinamiento y distanciamiento social para contener el virus, han interrumpido la actividad económica y han empeorado gravemente las posiciones externas y fiscales. El apoyo del FMI en virtud del Instrumento de Financiación Rápida ayudará a abordar las necesidades urgentes de balanza de pagos y fiscales, mejorará la confianza y catalizará el apoyo de otros socios externos.
“Las autoridades han emprendido una respuesta fiscal considerable y bien dirigida para contrarrestar COVID-19, apuntalar las instalaciones de atención médica, proteger a los más vulnerables y mitigar el impacto en las empresas y los empleados. Los bajos niveles de deuda de Guatemala permiten este apoyo fiscal temporal al tiempo que preservan la sostenibilidad de la deuda. Reducir la brecha fiscal sigue siendo una prioridad junto con la racionalización del gasto no esencial para contener el déficit fiscal. Las autoridades se comprometen a mantener la monetización del déficit de manera temporal y limitada.
“Para apoyar la recuperación y contrarrestar los shocks futuros, las autoridades tienen la intención de mantener una postura de política monetaria acomodaticia y flexibilidad cambiaria. Si bien las regulaciones de riesgo crediticio se han suavizado temporalmente para facilitar la reestructuración de préstamos, las autoridades están monitoreando de cerca las exposiciones de los bancos y los niveles de aprovisionamiento para garantizar la estabilidad del sistema financiero.
“Las autoridades guatemaltecas han reafirmado su compromiso de garantizar que el financiamiento de emergencia se use de manera efectiva, transparente y mediante mecanismos de gobernanza reforzados.”