Hernández fue capturado el 15 de febrero de 2022 en su domicilio, en Tegucigalpa, y extraditado el 21 de abril de ese mismo año a Estados Unidos.
Por EFE
El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández (2014-2022) dijo este lunes que es “inocente” de los cargos asociados al narcotráfico y uso de armas que le imputa Estados Unidos, donde su juicio se espera que comience mañana, y aseguró que es «víctima» de una venganza del crimen organizado.
«Reitero a mi nación, así como al mundo entero: soy inocente, soy víctima de una venganza y una conspiración por parte de los grupos del crimen organizado y enemigos políticos», indicó Hernández en una carta pública que hoy difundió su esposa, Ana García, en Tegucigalpa.
Hernández, quien además fue presidente del Parlamento hondureño, señaló que los altos funcionarios de Estados Unidos que sirvieron en la época en la que él estuvo en el poder «son conocedores de nuestra lucha y nuestras acciones contra el narcotráfico, crimen organizado y la violencia que desangraba a Honduras y generaban luto y dolor como nunca a nuestro pueblo».
Las acusaciones «falsas e injustas» en su contra
Hernández afirmó que las acusaciones en su contra «son falsas e injustas, llenas de mentiras, construidas de manera novelesca en base al testimonio de testigos colaboradores todos narcotraficantes confesos con acuerdos de negociación con la Fiscalía del Distrito Sur».
Según Hernández, estos colaboradores «son capaces de decir cualquier mentira con tal de lograr su venganza contra mí y la reducción de sus penas, no pagar por sus crímenes contra cientos de hondureños y tener nuevas identidades para sus familias».
Además de que cada día está «más convencido que estas terribles acusaciones que hoy de manera injusta me tienen recluido en una cárcel en Estados Unidos, lejos de mi familia, mi patria, se originaron en una venganza de narcotraficantes que vieron sus imperios de terror destruidos con nuestras acciones».
«A su vez, estas acusaciones fueron aprovechadas por políticos tanto en Honduras, como en Estados Unidos, para impulsar sus agendas ideológicas utilizando a la fiscalía de Nueva York como un instrumento de asesinato político a mi persona, que destruye el nombre y la imagen de las instituciones hondureñas», subrayó.
La conspiración geopolítica y complot
Hernández solicitó a políticos, funcionarios, periodistas, académicos y ciudadanos de Honduras y Estados Unidos y otros países que «investiguen la terrible conspiración que han hecho ciertos sectores oscuros contra mí, quien, siendo un amigo de EE.UU., sin distingos políticos, siendo inocente, hoy estoy encerrado en una prisión; ¡que no callen la verdad».
Después de casi dos años de estar «injustamente detenido» en Estados Unidos, se ha puesto en evidencia «la conspiración geopolítica y el complot que ha existido en mi contra, al grado de pactar asesinarme a mí y a mi familia, cómo me he dado cuenta en un informe del FBI que nunca me fue informado y que puse en conocimiento al juez», indica la carta de Hernández, el primer expresidente hondureño extraditado a EE.UU. por narcotráfico.
«¿Cómo es posible que se haya ocultado en la investigación esta información?, ¿cómo es posible que la misma DEA haya infiltrado a un informante y colaborador quien haciéndose pasar como rabino busco en todo momento perjudicarme, manipular la defensa? Esto con conocimiento de la DEA y los Fiscales», añadió.
Hernández fue capturado el 15 de febrero de 2022 en su domicilio, en Tegucigalpa, y extraditado el 21 de abril de ese mismo año a Estados Unidos, país que lo acusa de tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas para introducir droga a ese país. Se espera que mañana comience el juicio.