Las expectativas de la inversión extranjera para Panamá son favorables, a pesar del deterioro de expectativas, la aceleración de inflación y la gran incertidumbre por la duración de la guerra entre Ucrania y Rusia.
Por La Estrella
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) vislumbró que el panorama mundial para la Inversión Extranjera Directa (IED) en 2022 «es de una enorme incertidumbre», en un entorno como el actual, de deterioro de expectativas económicas, inflación y guerras.
Y aunque en 2021 las entradas mundiales de las IED aumentaron 64%, totalizando 1,58 billones de dólares, y se revirtió la caída de 2020 (de -35%), debe tenerse presente que esta recuperación «podría ser frágil»; por lo que «es difícil prever si la recuperación de las corrientes mundiales de inversión que se constató en 2021 podrá sostenerse». Pero, pese a todo, expertos entrevistados por ‘La Decana’ ven oportunidad en Panamá para las inversiones extrajeras.
En su informe titulado “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2022”, la Cepal sintetiza que la recuperación de las economías mundiales comenzó a vislumbrarse en 2021, impulsada por el avance de la vacunación contra la enfermedad por coronavirus (covid-19), el consecuente levantamiento de las restricciones a la movilidad y la aprobación de grandes paquetes de estímulos para la recuperación en las economías centrales, pero se vio interrumpida en 2022.
Esto se debe, según explicó, a que la guerra entre Rusia y Ucrania sumó nuevos desafíos a los impactos que había tenido la pandemia en las cadenas globales de valor. Además de la crisis humanitaria y el impacto geopolítico, se profundizaron las presiones inflacionarias, se redirigieron recursos hacia la industria de defensa y el manejo de nuevas crisis, y se expandieron las disrupciones a los sectores del petróleo, el gas, el aluminio y los cereales, así como a los que producen insumos para la agricultura.
Por otro lado, señaló que el surgimiento de nuevas variantes del SARS-CoV-2 y los rebrotes provocaron el establecimiento de medidas restrictivas en ciudades industriales de China, que sumaron nuevas dificultades a la recuperación de las cadenas globales de valor.
«El deterioro de expectativas, la aceleración de la inflación (en la región y el mundo) y, de forma más general, la gran incertidumbre en relación con la duración y las consecuencias de la guerra en Ucrania hacen extremadamente difícil estimar el comportamiento de las entradas de IED en América Latina y el Caribe en 2022».
La IED en la región no alcanzó el nivel prepandemia
Similar a lo que sucedió en el resto del mundo, en 2021 las entradas de IED en América Latina y el Caribe se recuperaron después de la fuerte caída registrada el año anterior. Se recibieron en total $142.794 millones, cifra un 40,7% superior a la de 2020.
Sin embargo, contrario a lo que ocurrió a nivel mundial, este crecimiento no fue suficiente para alcanzar los niveles de inversiones previos a la pandemia. Asimismo, el peso de las entradas de IED en el PIB alcanzó al 2,9%, cifra que aún está por debajo de lo observado durante la década de 2010 (3,5%).
Considerando que las entradas de IED ya presentaban una tendencia decreciente desde 2014, según la Cepal, «esta débil recuperación señala lo difícil» que está siendo para la región en su conjunto reposicionarse como un destino atractivo para el establecimiento de nuevas operaciones de empresas transnacionales, después de que finalizó el ciclo de auge del precio de las materias primas y elevadas tasas de crecimiento.
Incluso, al considerar la participación de las entradas en América Latina y el Caribe en el total mundial, se observa que en 2021 la región recibió el 9% de la IED, uno de los porcentajes más bajos de los últimos diez años y lejano del 14% que se registró en 2013 y 2014.
Asimismo, el peso de las entradas de las IED en el PIB alcanzó al 2,9%, cifra que aún está por debajo de lo observado durante la década de 2010 (3,5%). En 2021, el componente más dinámico fue la reinversión de utilidades de las empresas transnacionales.
Con respecto a la evolución de las entradas de IED por país de destino, en 2021 se reactivaron las inversiones en todas las subregiones. Los países que recibieron más inversiones fueron el Brasil (33% del total), México (23%), Chile (11%), Colombia (7%), el Perú (5%) y la Argentina (5%).
América del Sur fue la región que más contribuyó al crecimiento de las entradas de IED entre 2020 y 2021, explicando casi el 71% del aumento, seguida de Centroamérica. Además del Brasil, que siempre tiene una alta incidencia, los elevados crecimientos de la IED en Chile (66%) y el Perú (919%) en América del Sur y de Guatemala (273%) y Panamá (163%) en Centroamérica explicaron la mayor parte de la variación interanual.
En la Argentina, el Brasil y Colombia, la recuperación no fue suficiente para alcanzar los niveles previos a la pandemia, mientras que en Chile y el Perú se registraron los mayores valores de entradas desde 2015. México fue uno de los países donde IED se vieron menos afectadas en 2020 y, con el crecimiento del 6% registrado en 2021, su participación en la variación fue pequeña.
En Centroamérica, Costa Rica se posicionó como el principal receptor de la subregión por segundo año consecutivo; en Guatemala, una adquisición de gran magnitud en el sector de las telecomunicaciones explicó el considerable aumento, y Panamá logró recuperarse después del fuerte golpe que recibieron las inversiones en 2020.
En el Caribe, Guyana fue el país que presentó el mayor crecimiento en monto, superando a la República Dominicana, que en años anteriores había liderado la recepción de inversiones en la subregión.
Con respecto a Panamá, el presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, ve a Panamá como “un país muy atractivo” para las inversiones, e hizo un llamado al sector privado a que toque las puertas de las oficinas del banco en Panamá, que están dispuestos a apoyarlos.
Mientras que el vicepresidente regional para Europa, Latinoamérica y el Caribe de la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés), Alfonso García Mora, cree “¡sin duda! en Panamá hay gran potencial para la inversión extranjera”, especialmente en materia de Asociación Público Privada (APP).
De hecho, destacó que con el sistema APP lo que tratan es también de movilizar capital extranjero, con el gran objetivo de eliminar la pobreza y la brecha de la inclusión.
Precisó que el IFC normalmente por cada dólar que invierte moviliza otro dólar; y movilizarlo lo que significa es que si invierte en un banco $100 millones, lo que intenta es invertir $50 y traer otros $50 de otros inversores internacionales, que lo que hacen es invertir aquí porque estamos invirtiendo. Por eso, “con un mecanismo como el de APP, lo que queremos es eso estructurarlo y definirlo de una manera que sea atractivo para el capital internacional”.
La Cepal, por su parte, cree oportuno plantearse si la región está en un momento de reconfiguración de su papel en el panorama mundial de la IED, en el que, si bien existen algunos sectores y países que se consolidaron en nichos especializados dentro de las cadenas globales de valor, la región en su conjunto tiene un papel marginal en los procesos de decisión de los capitales transnacionales.
Además, parte de la recuperación de la IED en 2021 tuvo lugar a través de la venta de activos en servicios y fusiones y adquisiciones, así como mediante la reinversión de utilidades de las empresas ya instaladas, lo que refuerza la estructura productiva existente y no habilita per se el desarrollo de nuevas capacidades.
En este sentido, la Cepal dijo que cada vez es más importante el papel de las políticas, no tanto (o no solo) de las que están orientadas específicamente a la atracción de las inversiones extranjeras directas, sino también de las que pretenden configurar un nuevo modelo de desarrollo, ya que puede apoyar la realización de las inversiones necesarias para que los países avancen hacia un desarrollo más inclusivo y sostenible, pero esto «no sucede de forma automática».