La OCF considera clave que las familias tengan claro con cuánto dinero se cuenta para los próximos dos o tres meses.
Por Revista Summa
La Oficina del Consumidor Financiero (OCF) lanza un llamado a la población, para evitar que el dinero que estarán recibiendo por ayudas o dejando de pagar momentáneamente por las prórrogas de entidades financieras y estatales, termine dilapidándose en gastos intrascendentes.
La advertencia la hace la OCF en momentos cuando producto de la pandemia del COVID-19, miles de costarricenses están comenzando a recibir ayudas o facilidades económicas como el respiro otorgado por las entidades financieras con las prórrogas para los pagos de créditos y tarjetas e inclusive, por el retiro del Fondo de Capitalización Laboral (FCL).
“Estas medidas que están habilitando las entidades financieras y el Poder Ejecutivo, que aportan liquidez a las familias, podría generar una falsa sensación de disponibilidad de dinero para gastar en cosas no indispensables”, explicó Danilo Montero, director ejecutivo de la OCF.
Los consumidores deben tener presente que, los planes de moratoria de las entidades financieras, representan un salvavidas momentáneo para hacerle frente a la situación, que no se trata de un regalo o una condonación de la deuda, sino, es un aplazamiento para el pago de las mensualidades, el cual, se reactivará una vez que esta crisis comience a pasar.
Para evitar caer en errores con el manejo del dinero, la OCF considera clave que las familias tengan claro con cuánto dinero se cuenta para los próximos dos o tres meses y definir un monto mínimo que requieren para subsistir durante ese período, haciéndole frente al pago de alimentación, servicios públicos y medicamentos, como rubros esenciales.
Aprendizaje de la crisis
Aunque los efectos económicos generados por la pandemia del COVID-19 no han terminado, la Oficina del Consumidor Financiero señala que esta crisis ha dejado enseñanzas desde el punto de vista de las finanzas personales y familiares.
En primera instancia, las personas deberían aprender a vivir con el dinero que tienen y generan. No pueden construir su vida o mantener gustos que están fuera de su presupuesto. Respecto a los gastos, estos deberían cubrirse precisamente con los dineros disponibles, evitando tener que acudir a préstamos o uso ilimitado de la tarjeta.
Respecto a las deudas que se asumen, estas deberían ser por aspectos esenciales como la educación, tratamientos médicos u objetivos que las familias se han trasado como mejoras a la vivienda. Por último, sin tener que renunciar a ellos, los lujos deberían disfrutarse cuando sobran los ingresos, no a costa de crear deuda.
Para la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), así como las personas han tenido que implementar medidas sanitarias, también deberían poner en marcha una “cuarentena financiera”, para cuidar su dinero.
El control del gasto y el ahorro, aún en esta época, son parte de esas acciones financieras que han implementado las personas. El quedarse en casa, además de que muchos comercios, están cerrados, no da mucho espacio para gastar; asimismo, la reducción de los ingresos obliga a las personas a tener que revisar los gastos.
Es de esperar que el gasto en general haya disminuido. Además, la gente ha tenido que pensar más en el ahorro, tanto en el que no han hecho, como el que sí y que ahora los está salvando. Es una excelente oportunidad para, además, educar a los niños sobre la importancia de ahorrar, y desde luego, es posible que algunos estén celebrando haberse privado en su momento, de gastar en cosas tal vez no necesarias y que ahora, lo han podido utilizar.“Los resultados de las acciones que estamos tomando para proteger nuestro dinero, solo se verá en unos meses o años. Pero es imprescindible que se plantee en qué gasta el dinero, por qué no rinde, por qué no puede ahorrar, así como la importancia de un buen récord crediticio. En el largo plazo todo eso ayudará”, concluyó Montero.