Casi el 100% cree que las nuevas tecnologías e innovaciones pueden desempeñar un papel importante en la mejora de la salud pública en su país.
Por Revista Summa
Una nueva encuesta internacional realizada por la firma independiente Povaddo revela que, a pesar del amplio apoyo del público a la innovación disruptiva para abordar los desafíos globales, cuestiones como la falta de acceso equitativo tal vez puedan frenar el progreso. La encuesta, encargada por Philip Morris International, muestra que el 89% de los adultos en 14 países, incluyendo Costa Rica, cree que las nuevas tecnologías e innovaciones pueden desempeñar un papel importante en la mejora de la salud pública.
En el caso de Costa Rica, el 97% de los encuestados cree que las nuevas tecnologías e innovaciones pueden desempeñar un papel importante en la mejora de la salud pública en su país. Un 93% considera que el sector del cuidado de la salud debe cambiar radicalmente e innovar para lograr un impacto social significativo y positivo. Los costarricenses también destacan el papel potencial de la innovación en la reducción del daño del tabaco, un 76% de los encuestados cree que la innovación disruptiva puede reducir las tasas de fumadores en los próximos 10-20 años y el 71% opina que las nuevas tecnologías e innovaciones pueden desempeñar un papel importante para ayudar a sustituir los cigarrillos por alternativas menos perjudiciales para los fumadores adultos. Estas mejores alternativas existen hoy en día gracias a los avances de la ciencia y la tecnología y a las importantes inversiones de PMI y otras compañías.
“La innovación disruptiva puede impulsar el progreso del mundo y lograr cosas que poca gente imaginaba posibles hasta hace poco”, dijo Grégoire Verdeaux, vicepresidente Senior de Asuntos Externos de PMI. “Pero cuando los beneficios de dicha disrupción no están disponibles para todos por igual, la innovación no logra alcanzar todo su potencial. Se necesitan marcos políticos pragmáticos que se anticipen a las innovaciones para que las empresas y los gobiernos puedan garantizar resultados más equitativos y un impacto duradero para todos”. En la actualidad, el progreso se ve obstaculizado por la dificultad de regular adecuadamente los nuevos productos de manera oportuna y productiva. Esto, tendría su base en la falta de especialización y de investigación actualizada por parte de algunos gobiernos, lo que hace que las innovaciones beneficiosas sean inaccesibles para las personas que las necesitan.
“Hoy en día, con los avances tecnológicos y la validación científica, tenemos una oportunidad sin precedentes para promulgar un importante avance en materia de salud pública erradicar el consumo de cigarrillo de forma efectiva y más rápida”, añadió Verdeaux. “Podemos hacer que este sea el punto de inflexión en el que millones de fumadores adultos reciban información precisa sobre los productos innovadores libres de humo y tengan acceso a ellos, que son una opción mucho mejor que seguir fumando. Pero para que eso ocurra, todas las partes, las empresas, los gobiernos, las autoridades de salud pública deben trabajar juntas”.
En este sentido, según el estudio, el 70% de las élites de política mundiales y el 58% de las élites empresariales mundiales creen que las autoridades gubernamentales y de salud pública de su país no han hecho un buen trabajo para garantizar el acceso a las últimas innovaciones y tecnologías que pueden mejorar la salud pública.
Los más de 17.000 encuestados de 21 años o más ven con buenos ojos las innovaciones, y la mayoría anticipa un impacto positivo de cada una de las siguientes: vehículos eléctricos (92%), Internet de las cosas (92%), tecnología de drones (84%), inmunoterapia (83%), vehículos autónomos (76%), inteligencia artificial (74%), mercados de carbono (72%), exploración espacial / turismo espacial (68%),
redes sociales (67%), criptomoneda (62%), sustitutos de la carne basados en plantas (57%) y Metaverso / Web 3.0 (56%).
Una mayoría significativa también cree que la innovación disruptiva puede abordar algunos de los retos más urgentes del mundo en los próximos 10-20 años, entre ellos los siguientes:
• Fomentar hábitos alimentarios más saludables (91%)
• Mejorar los servicios de salud mental (90%)
• Garantizar una atención a la salud de calidad y asequible para todos (89%)
• Combatir el cambio climático (85%)
• Planificar para futuras pandemias (84%)
• Aplicar vacunas a toda la población (80%)
• Reducir las tasas de fumadores (76%)
• Eliminar el hambre y la malnutrición (70%)
• Reducir el consumo de drogas ilícitas (67%)
Los encuestados señalan la colaboración entre el gobierno y el sector privado como catalizador de la innovación, situándola justo por debajo de las inversiones de capital de las compañías privadas. Cuando se les pidió que seleccionaran los mayores facilitadores de la innovación, los encuestados dieron estos resultados:
El espíritu empresarial (el 90% de los encuestados dice que permite la innovación)
Las inversiones de capital de las compañías del sector privado (87%)
La competencia dentro del sector privado (84%)
Algunos de los resultados de esta nueva encuesta internacional se recogen en el último informe oficial de PMI, Repensar la disrupción: Innovar para mejorar en una era de división, que explora la dinámica de la disrupción positiva y su potencial para impulsar un progreso significativo en la reducción del daño del tabaco y otras cuestiones críticas. Para lograr el tan necesario cambio y acelerar el fin del consumo de cigarrillos, PMI se está transformando para bien, habiendo renovado fundamentalmente no sólo su cartera de productos, sino también su propósito, modelo de negocio, cadena de valor y prácticas. Para saber más sobre cómo PMI está consiguiendo un futuro libre de humo más rápido, visite pmi.com/rethinkdisruption