Para promover el cielo de un destino del Mundo Maya, es necesario tener una ubicación geográfica privilegiada, como las zonas arqueológicas.
Por EFE
La magia nocturnal de las zonas arqueológicas, parques, selvas y playas ubicadas en los países que conforman el Mundo Maya cada vez estará más cerca de los visitantes, donde se promueve el astroturismo, mejor conocido como Stargazing o Dark Sky Tourism.
“Es una opción para México, Belice, El Salvador, Honduras y Guatemala, porque no todo es arqueología, los cielos también ofrecen turismo sustentable”, indicó Yadira Gómez, presidenta de la Organización Mundo Maya, que este 2022 celebra 30 años de vida.
Al presentar el conversatorio virtual denominado El turismo astronómico en el Mundo Maya, que encabezó el astrofotógrafo guatemalteco Sergio Emilio Montúfar Codoñer, explicó que el objetivo es sensibilizar e impulsar proyectos de ese tipo que ocupan un lugar importante en Las Islas Canarias por los cielos despejados de España y las auroras boreales de Canadá.
En su intervención, Motúfar Codoñer comentó que el astroturismo es una oportunidad para impulsar entre los visitantes algunos puntos de Mesoamérica, principalmente donde se asentaron poblaciones de la cultura maya.
“Hay empresas que empiezan a competir por el turismo astronómico, un segmento sustentable en el que se vislumbra un buen futuro, porque ofrece ciencia, cultura y bellos fenómenos arqueoastronómicos, como eclipses”, indicó el profesional cuya trayectoria se basa en captar la belleza de cuerpos celestes en Latinoamérica.
Aunque el turismo astronómico se empieza a promover en México, el especialista manifestó que el país no cuenta con ninguna distinción de The International Dark Sky Association, organización fundada en 1988 sin fines de lucro para detener la contaminación lumínica.
Chile es el único país de Latinoamérica que cuenta con una distinción.
Con ese segmento, el visitante podrá disfrutar la magia del cielo nocturnal, observar astros por medio de telescopios y observatorios situados en zonas arqueológicas, acampar, visitar museos de Astronomía y participar en actividades lúdicas sobre el tema.
Para promover el cielo de un destino del Mundo Maya, es necesario tener una ubicación geográfica privilegiada, como las zonas arqueológicas de Chichén Itzá, Uxmal y Dzibilchaltún, donde se promueven visitas nocturnas con un cielo que ofrece un espectáculo indescriptible.
El descenso de la Serpiente Lunar desde el Castillo ofrece un espectáculo lumínico, único, enmarcado por miles de estrellas.
Para el astroturismo, no debe haber contaminación lumínica, contar con estructura turística, servicios básicos y guías especializados con conocimiento científico, cultural y arqueológico.
Actualmente, el Desierto de Atacama en Chile, Las Islas Canarias y otras regiones de España, Canadá, la Space City and Futurescope de Francia y el Dark Sky Park en Inglaterra son lugares donde se promueve con éxito el astroturismo.
ASTROTURISMO EN EL SURESTE DE MEXICO
En Campeche y Yucatán, dos puntos importantes de la región Mundo Maya de México, el astroturismo es un segmento que empieza despuntar desde playas remotas y en puertos pintorescos que están muy alejados de la mancha urbana.
La titular de la Secretaría de Turismo de Yucatán, Michelle Fridman promueve el astroturismo en Río Lagartos, como parte del programa 365 días en Yucatán.
La experiencia que considera “inolvidable” va recomendada para niños a fin de que conozcan el legado de los mayas, maestros en arquitectura, astronomía y matemáticas.
Cuando el Sol se despide de Río Lagartos, puerto ubicado en el Nororiente de Yucatán, el visitante vive la experiencia bajo la guía de un astrónomo certificado, quien presenta las constelaciones, estrellas o eventos cotidianos, como la lluvia de estrellas, meteoritos, eclipses y planetas.
En el vecino estado de Campeche, el secretario de Turismo, Mauricio Arceo Piña, también ha puesto en marcha un proyecto de astroturismo, aprovechando la belleza lumínica de Puerto Arturo, en Palizada, cuya obscuridad contrasta con la luz de las estrellas.
La experiencia remonta a los viajeros hasta los cielos de la época prehispánica cuando adoraban al Sol, la Luna y los planetas.