Uno de los puntos del estudio muestra a las empresas que cuantas más etiquetas de advertencia tenga un producto, menos se comprará.
Por Revista Summa
Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay ya cuentan con la llamada Ley de Etiquetado para alimentos y bebidas. Se trata de una norma que implementa sellos de advertencia nutricional en la parte frontal de los envases de diversos productos, cuyo objetivo es informar al consumidor sobre ingredientes que pueden ser nocivos para la salud.
La medida está en consonancia con el hecho de que América Latina tiene una tasa de obesidad 11% por encima del promedio mundial: 24% frente a un 13%, respectivamente, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO.
“Hace una década, vimos la introducción gradual de regulaciones de etiquetado en América Latina. Con la experiencia adquirida por cada país de la región, llegamos a conclusiones interesantes sobre esta política y su influencia en el consumo de alimentos, bebidas y lácteos”, comenta Marcela Botana, Directora de Desarrollo de Mercado Latam de Kantar, empresa líder en datos, insights y consultoría.
Uno de estos datos señala que cuantas más etiquetas de advertencia tenga un producto, menos se comprará. En Chile, por ejemplo, la combinación de tres sellos –azúcar, sodio y grasas– provoca una caída del 70% en el volumen de ventas. En México hay una pérdida del 8% de compradores de artículos con cuatro etiquetas.
Los sellos también sorprenden a los latinoamericanos al alertar sobre categorías que parecen saludables pero no lo son. El té listo para beber, por ejemplo, sufrió una caída en el consumo después del etiquetado: -16% en volumen en Ecuador (segundo trimestre de 2014 vs. 2013) y -5% en penetración en México, lo que significa más de 1 millón de compradores (cuarto trimestre de 2020 vs. 2019).
Por otro lado, la Ley de Etiquetado abrió una oportunidad para la tendencia a comprar productos que pueden ser más saludables. En toda América Latina, los refrescos light han sustituido a la fórmula tradicional, con un aumento del 16% en su penetración en los últimos cinco años – lo que supone más de 5 millones de hogares.
La información recopilada por Kantar muestra que la norma ha cambiado el comportamiento de los latinoamericanos –y de manera positiva. Prueba de ello es que, en Ecuador, el 69% de los consumidores presta atención a las etiquetas de advertencia. En Chile, la cifra es aún mayor: 74%.