Las personas con mayores puntuaciones de estrés tenían perfiles inmunológicos que parecían más viejos.
Por Revista Summa
Los ejecutivos y profesionales enfrentan a menudo altos niveles de estrés laboral y están expuestos a largas horas de trabajo. En este sentido, es crucial adoptar hábitos de cuidado de la piel efectivos para contrarrestar los efectos negativos de la tensión y mantener una apariencia saludable.
“Si bien el envejecimiento es un proceso natural que afecta a todas las personas, existen ciertos factores relacionados con el entorno laboral y el estilo de vida que pueden influir en la velocidad a la que una persona muestra signos de envejecimiento”, señalo el Dr. Juan Carlos Quesada, dermatólogo de la Clínica Total Dermatology.
“Precisamente, para contrarrestar los efectos del estrés laboral en la piel, se pueden adoptar diversas estrategias, como practicar técnicas de relajamiento, mantener una rutina de cuidado diaria, utilizar bloqueador varias veces al día, beber mucha agua, hacer ejercicio regularmente, seguir una dieta equilibrada y nutritiva y buscar ayuda profesional si las preocupaciones del trabajo están afectando significativamente la calidad de vida”, detalló el Dr. Juan Carlos Quesada.
“Aunque no existe evidencia concluyente que demuestre que los profesionales y ejecutivos envejecen más rápido que otras personas, hay factores específicos asociados con ciertos trabajos y estilos de vida que podrían contribuir a un proceso de envejecimiento acelerado, pues los altos niveles de tensión en el trabajo pueden desencadenar la liberación de hormonas del estrés que, a largo plazo, podrían tener efectos negativos en la salud, la apariencia de la piel y el cabello”, agregó Quesada.
De acuerdo con una encuesta a 410 empleadores realizada por la Corredora de Seguros WTW, el 84% de los empleadores de América Latina citaron el estrés, el agotamiento y los problemas de salud mental como las principales afecciones señaladas por el 83% de la fuerza laboral, lo cual se convierte en un desafío para las organizaciones.[i]
«Las personas con mayores puntuaciones de estrés tenían perfiles inmunológicos que parecían más viejos”, afirmó Eric Klopack, becario posdoctoral de la Escuela de Gerontología Leonard Davis, de la Universidad del Sur de California, quien agregó que “las personas que experimentan más estrés tienden a tener una dieta y hábitos de ejercicio más pobres, lo que explica en parte por qué tienen un envejecimiento inmunológico más acelerado”.[ii] y [iii]
La piel es un reflejo fiel de nuestra salud emocional
La presión laboral y responsabilidades pueden contribuir a un estilo de vida desequilibrado, lo que podría afectar la salud física y emocional a largo plazo. Asimismo, el sedentarismo que se da debido a largas horas de trabajo de oficina aumenta el riesgo de problemas de salud relacionados con la inactividad física, como enfermedades cardiovasculares y obesidad.
Por otra parte, algunos profesionales y ejecutivos pueden estar expuestos a factores ambientales nocivos, como la radiación, los productos químicos o la contaminación, que podrían acelerar el proceso de envejecimiento, señaló el Dr. Quesada.
Según el dermatólogo, es importante tener en cuenta que cada individuo envejece de manera única. La genética, los hábitos de estilo de vida y otros factores pueden tener un impacto significativo en el proceso de envejecimiento.
Consejos:
Para mitigar los efectos negativos del envejecimiento prematuro, es fundamental adoptar prácticas de autocuidado adecuadas, como lo son el llevar un estilo de vida equilibrado, practicar el manejo del estrés y mantener una rutina de cuidado de la piel adecuada, especificó el experto de Total Dermatology.
- Proteja diariamente la piel del sol, incluso en días nublados, para prevenir el daño solar y reducir el riesgo de envejecimiento prematuro y otros problemas cutáneos.
- Mantenga una rutina diaria de cuidado de la piel que incluya limpieza, tonificación e hidratación para mantenerla sana y radiante.
- Beba suficiente agua durante el día, sobre todo en entornos de trabajo con aire acondicionado o calefacción.
- Consuma una dieta equilibrada rica en antioxidantes, vitaminas y minerales.
- Implemente técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, para ayudar a reducir los niveles de estrés.
- Haga una rutina diaria de ejercicio físico para mejorar la circulación sanguínea y promover una piel más saludable.
- Duerma lo suficiente para permitir que la piel se regenere durante la noche
- Consulte regularmente a un dermatólogo para el respectivo diagnóstico, la atención de condiciones existentes en la piel o para prevenirlas.
La evolución de la medicina cutánea
La ciencia médica, la industria de la dermatología y la estética se encuentran en constante investigación y desarrollo de técnicas y tratamientos que permiten analizar y mejorar la salud de la piel y su apariencia, Entre ellos se pueden mencionar la armonización fácil, tratamientos inductores de colágeno, ácido hialurónico, toxina botulínica, tratamientos de láser sin tiempo de recuperación, la zona Y y las exitosas combinaciones que pueden hacerse para procurar una apariencia más saludable y joven de la piel.
Efectos negativos del estrés en la piel
El estrés puede desencadenar un aumento en la producción de hormonas, como el cortisol, que pueden dañar el colágeno y la elastina, generar una piel escamosa, áspera y estimular un envejecimiento prematuro; asimismo, estimular la producción de aceite en la piel y provocar brotes de acné, eczema u otros trastornos cutáneos que afectan la calidad de vida y la imagen.
El estrés crónico puede ralentizar el proceso de reparación natural de la piel y empeorar afecciones cutáneas como psoriasis, dermatitis o rosácea, mencionó el Dr. Juan Carlos Quesada.