Brasil es el cuarto mayor consumidor de chocolate del mundo y el sexto mayor productor de cacao.
Por EFE
El cacao, conocido como «el oro marrón», ha sido durante mucho tiempo una fuente de riqueza y sustento para los países productores de América Latina. En la actualidad, los precios internacionales del producto están experimentando un aumento significativo, lo que genera un optimismo palpable entre los productores de la región. Sin embargo, este panorama de crecimiento también plantea una serie de desafíos que requieren atención y acción coordinada tanto a nivel local como internacional.
Brasil, felicidad por la abundante cosecha
Brasil, uno de los principales productores de cacao en América Latina, ha sido testigo de un aumento en los precios del cacao en el mercado internacional. La presidenta de la Asociación Nacional de los Productores de Cacao de Brasil, Vanuza Barroso, expresa su satisfacción por este desarrollo y destaca la importancia de estos precios más altos para los agricultores brasileños.
«Estamos felices, sin ninguna duda. El productor lo necesita (…), la cosecha promete, parece que habrá mucho cacao», pronostica Barroso.
Brasil es el cuarto mayor consumidor de chocolate del mundo y el sexto mayor productor de cacao. Según la oficina de estadísticas del Gobierno, Brasil produjo el año pasado alrededor de 290.000 toneladas de cacao, frente a las 273.873 toneladas de 2022, lo que supone un aumento de casi el 6 %, y para este año el sector espera superar las 300.000 toneladas.
Sin embargo, los productores han pedido al Gobierno que deje de importar de África, ante el riesgo de que plagas activas en ese continente entren al país, después de que la anterior administración flexibilizara los controles fitosanitarios.
Colombia necesita producir más
El cacao colombiano está considerado como uno de los mejores del mundo, pero su producción no es significativa, apenas unas 62.000 toneladas al año. La mayor parte de esa producción, unas 40.000 toneladas, está destinada al mercado interno y solo se exportan unas 22.000 toneladas de granos sin procesar.
Tras la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC en 2016, el Gobierno apostó por impulsar el cultivo del cacao en las zonas en las que hay plantaciones de coca con programas como «Cacao para la paz». Actualmente se estima que en Colombia hay 60.000 familias productoras de cacao.
Perú apoya, aumenta y diversifica
Por su parte, Perú está experimentando un crecimiento significativo en las exportaciones gracias a una combinación de factores, como la diversificación de variedades, el aumento de la demanda global y la implementación de políticas públicas favorables al sector.
En 2022, el último año con datos oficiales, Perú exportó más de 65.000 toneladas de grano de cacao peruano por un valor franco a bordo de más de 155 millones de dólares, lo que significó un crecimiento del 18 % en volumen y 8 % en el valor en comparación a lo exportado en el 2021.
Además, el país andino cuenta con el 60 % del total de variedades de cacao y concentra un 36 % de la producción mundial de cacao fino de aroma, según datos de la Cámara Peruana del Café y el Cacao de Perú.
Ecuador, precios altos pero incumplimiento de contratos
En Ecuador, uno de los mayores exportadores de cacao del mundo, el alza de precios de este producto ha generado tanto oportunidades como desafíos. Si bien los productores se benefician de los precios más altos, los exportadores enfrentan dificultades debido a los incumplimientos de contratos y las fluctuaciones del mercado.
La situación actual es «una burbuja, un espejismo, un globo» debido a la especulación, asegura a EFE el exministro de Comercio Exterior, Iván Ontaneda, actual presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao de Ecuador.
República Dominicana también se enfrenta a desafíos a pesar de los altos precios. Si bien los productores ven esto como una «oportunidad perfecta» para mejorar sus fincas y aumentar la productividad, también atraviesan dificultades debido a la caída en la producción y los altos costos de operación.
«La situación actual de altos precios para el cacao tiene naturalmente felices a muchos productores que por años entregaron sus cosechas a precios bajos», comentan a EFE en la Confederación Nacional de Cacaocultores Dominicanos, pero la crisis climática afectó a la última cosecha, que registró «una caída de no menos del 30 %», indica Abel Fernández, gerente comercial de la organización.
En resumen, el auge del cacao en América Latina presenta tanto oportunidades como desafíos para los países productores de la región. Si bien los precios más altos ofrecen beneficios económicos inmediatos, resulta esencial abordar los desafíos relacionados con la producción, la competitividad y la sostenibilidad para garantizar el éxito a largo plazo de la industria del cacao en la región.
Esto requerirá un enfoque colaborativo y coordinado entre los Gobiernos, los productores, los exportadores y otros actores clave en la cadena de valor del cacao.