Estados Unidos libra con China una batalla por el desarrollo de las redes 5G.
Por EFE
El Gobierno de Estados Unidos se comprometió este miércoles a ayudar a Costa Rica a desplegar nuevas redes 5G en el país de manera segura con el objetivo de evitar ciberataques como los que sacudieron a varias instituciones costarricenses en 2022.
Ese compromiso lo pronunció una de las asesoras principales del presidente, Joe Biden, para ciberseguridad, Anne Neuberger, durante una mesa redonda con el mandatario de Costa Rica, Rodrigo Chaves, y otros miembros del Ejecutivo estadounidense en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un centro de pensamiento en Washington.
«Debido a la relación que existe entre ciberseguridad e infraestructuras digitales, hemos empezado una conversación sobre 5G en Costa Rica y sobre cómo podemos asegurarnos de que esas redes 5G son seguras. Estamos teniendo conversaciones sobre eso», explicó Neuberger.
La asesora de Biden, además, se refirió a los intentos del Ejecutivo costarricense para desplegar en los próximos meses las primeras redes privadas de 5G en el país, lo que facilitaría la inversión de compañías de telecomunicaciones de todo el mundo en el país centroamericano.
Específicamente, expresó la necesidad de que esas compañías de telecomunicaciones sean «proveedores de confianza».
Estados Unidos libra con China una batalla por el desarrollo de las redes 5G, con mayor velocidad de descarga y un tipo de tecnología en el que la empresa china Huawei ha llevado la delantera, lo que despierta en Washington preocupaciones sobre seguridad y espionaje por parte del Ejecutivo chino.
Costa Rica sufrió en 2022 una serie de ciberataques que afectaron a diversas instituciones, como los ministerios de Hacienda, Ciencia y Trabajo, la Caja Costarricense del Seguro Social y el sistema de salud, lo que resultó en retrasos en el pago de sueldos a empleados públicos.
Los ciberataques se extendieron durante varios meses y dejaron en evidencia las vulnerabilidades del sistema informático de muchas instituciones costarricenses.
El grupo de origen ruso conocido como «Conti» se atribuyó la responsabilidad de la ola inicial de ataques, mientras que otra banda rusa llamada «Hive» afirmó estar detrás de ataques posteriores.
Los hackers perpetraron los ciberataques con programas de «ransomware» que se apoderaron de los ordenadores de las instituciones costarricenses y luego pidieron una recompensa de millones de dólares para liberarlos.
Debido a la magnitud del ataque, Chaves tuvo que declarar el estado de emergencia y pidió ayuda a Estados Unidos y España.