Implementar una Estrategia Nacional de Bioinsumos en Costa Rica representa un paso trascendente para lograr una industria agropecuaria de bajo impacto ambiental.
Por Revista Summa
El Instituto Tecnológico de Costa Rica en San Carlos fue la sede del Segundo Foro Nacional de Bioinsumos, una iniciativa que busca la construcción de una estrategia nacional que impulse un uso adecuado de bioinsumos en la producción agrícola nacional. Este foro promueve el intercambio de conocimientos y experiencias sobre la regulación, calidad y aplicación de bioinsumos como parte de una estrategia integral de producción sostenible, contribuyendo a la seguridad alimentaria y la conservación del medio ambiente.
El Foro Nacional de Bioinsumos se logra gracias a una alianza entre el Ministerio de Agricultura de Costa Rica (MAG), Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) a través de la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (DIGECA), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBiot) y el Programa Biodiversidad y Negocios en Centroamérica y República Dominicana que implementa la GIZ por encargo del Gobierno Alemán.
Los bioinsumos son productos de origen biológico derivados de microorganismos, extractos vegetales y otros compuestos naturales utilizados en los sistemas productivos para promover prácticas agrícolas más sostenibles al mejorar la fertilidad del suelo, contribuir al estado sanitario de plantas y animales, así como controlar plagas y enfermedades.
En esta nueva edición del foro, especialistas nacionales e internacionales se dieron cita para dialogar sobre los ejes principales de una posible estrategia nacional de Bioinsumos, analizar casos de éxito, buenas prácticas y lecciones aprendidas en el desarrollo y uso de bioinsumos a nivel regional. Con esto se avanza en el objetivo de articular esfuerzos multisectoriales y generar propuestas concretas adaptables al sector agropecuario costarricense.
Durante el evento estuvo presente el viceministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica, Fernando Vargas Pérez, quien resaltó la importancia de identificar las barreras que limitan la adopción de bioinsumos y las acciones necesarias para superarlas, ya que es una necesidad imperiosa para garantizar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria.
“La transición hacia el uso de bioinsumos, es esencial para mejorar la competitividad de nuestros agricultores en un mercado global que exige productos más sostenibles. Además, en un contexto de crisis climática, degradación del suelo y pérdida de la biodiversidad, el uso de los bioinsumos representa una herramienta poderosa para una agricultura más resiliente y mucho más eficiente”, concluye Vargas.
Este segundo foro consolida el trabajo realizado en la primera edición y logra sentar las bases para la conformación de un Comité Técnico Nacional Especializado que tendrá como misión acompañar y orientar el desarrollo de una política que promueva el uso de bioinsumos en el sector agropecuario.
Este espacio apunta también a la articulación entre actores claves del subsector como instituciones públicas, sector privado, academia, cooperación internacional, productores y productoras, así como organizaciones de la sociedad civil. El desafío es escalar la adopción de productos de base biológica, garantizando su calidad y promoviendo una producción amigable con el medio ambiente.
Svenja Paulino Directora del Programa Biodiversidad y Negocios, afirma: “en definitiva el uso de bioinsumos representa una oportunidad concreta para avanzar hacia una agricultura sostenible, al integrar la biodiversidad como un valor estratégico en las prácticas productivas. Pero, para que esta transición sea efectiva, necesitamos fortalecer las alianzas entre el sector público y las empresas, promoviendo un trabajo conjunto que acelere la adopción de soluciones sostenibles a largo plazo.
Además, es fundamental intercambiar experiencias con otros países que ya han recorrido este camino para aprender de sus desafíos y adaptar las mejores prácticas a la realidad local”.
El Segundo Foro Nacional de Bioinsumos constó de dos jornadas, iniciando con un evento magistral del que participaron actores claves y estratégicos, y un segundo día en el que se realizaron visitas de campo para conocer cómo algunas empresas de la zona desarrollan e implementan bioinsumos en sus procesos productivos. Las empresas visitadas fueron Nicoverde, Ingenio Quebrada Azul y FERTINYC; todas comprometidas con la innovación en el uso de tecnologías en la producción agrícola.
En el evento se detalló el contexto general en materia de bioinsumos en el país, se profundizó en temas de políticas, gobernanza y calidad; también se discutió sobre ciencia, tecnología, innovación, gestión del conocimiento y desarrollo de capacidades.
Durante su participación en el foro, el señor Muhammad Ibrahim, Director de Cooperación Técnica del IICA, destacó la importancia de impulsar el uso de bioinsumos como una herramienta clave para la producción agrícola sostenible. Subrayó la necesidad de trabajar de manera coordinada entre el gobierno, empresas y productores para avanzar en la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles, en función de la creciente demanda por parte de los consumidores que buscan alimentos producidos de manera responsable y con menos impacto ambiental.
“Si queremos avanzar hacia sistemas alimentarios sostenibles, es fundamental fortalecer la investigación, mejorar la calidad de estos insumos y garantizar su disponibilidad para los productores. Además, es crucial reducir las emisiones asociadas a la producción agrícola y contar con un marco regulatorio claro que facilite la comercialización de bioinsumos, brindando confianza tanto a productores como a consumidores. La cooperación entre actores clave es esencial para acelerar esta transición” afirma Ibrahim.
Implementar una Estrategia Nacional de Bioinsumos en Costa Rica representa un paso trascendente para lograr una industria agropecuaria de bajo impacto ambiental y más competitiva que permita escalar el uso de bioinsumos de manera estructurada, garantizando su calidad y compatibilidad con otros insumos agrícolas. Los bioinsumos no solo mejoran la salud de los cultivos y la calidad de los alimentos, sino que también fortalecen la resiliencia de los sistemas productivos del agro frente al cambio climático, contribuyendo a la conservación de los ecosistemas.
El mercado de bioinsumos muestra un crecimiento acelerado en la región, la colaboración entre el sector público, la academia, la cooperación internacional y los productores es fundamental para potenciar su impacto. Costa Rica avanza en la construcción de un modelo agropecuario más eficiente, resiliente y sostenible, donde los bioinsumos juegan un rol clave.