Esta es la tercera ocasión en que Curridabat recibe un premio Charter del CNU, el reconocimiento más destacado del mundo por diseño urbano.
Por Revista Summa
Por su novedosa propuesta para la gestión urbana e inclusión de espacios verdes en la experiencia ciudadana, el proyecto para la creación de un Centro de Inteligencia en Biodiversidad (CITBIO) de la Municipalidad de Curridabat ganó el premio Charter 2020, del Congreso de Nuevo Urbanismo (CNU), este mes de junio.
Esta es la tercera ocasión en que Curridabat recibe un premio Charter del CNU, el reconocimiento más destacado del mundo por diseño urbano, gestión de sitios y construcción de comunidades, lo que proyecta el cantón a nivel internacional como un modelo de desarrollo que reúne los principios de Nuevo Urbanismo.
Irene García, asesora de la Alcaldía, explicó que este premio es un reconocimiento al modelo visionario de la Municipalidad de Curridabat a través de Ciudad Dulce y que tiene un impacto directo e innovador en las experiencias cotidianas de los habitantes.
El proyecto galardonado consiste en la creación de un vivero municipal de vegetación nativa del cantón interconectado con una serie de espacios verdes que no solo permitan aumentar el contacto de los ciudadanos con la naturaleza, si no dar solución a situaciones de riesgo, gestión de agua, producción de alimentos (huertos urbanos), mejora del paisaje, conectividad biológica, en la zona de influencia del río Tiribí, en los distritos de Sánchez, Tirrases y Curridabat centro.
«Esta red incrementará la cantidad y calidad de los servicios ecosistémicos que ofrece la ciudad
para asegurar el bienestar general de la población», dijo García.
El Centro de Inteligencia en Biodiversidad estaría ubicado en barrio La Lía, desde donde se producirán las plantas que abastecerán la regeneración del cantón en espacios públicos como parques, “aceras dulces”, áreas protegidas, propiedad privada, y la ejecución de nuevos proyectos para aumentar la biodiversidad, en el contexto de los desarrollos urbanísticos, entorno comercial, educativo y cultural de la zona.
El proyecto además incluye un componente de educación presencial, interactiva y virtual, que «permitirá demostrar de forma vivencial buenas prácticas de adaptación al cambio climático, así como promover el intercambio y la generación de conocimiento”, detalló García.
El concepto de Ciudad Dulce que promueve la Municipalidad de Curridabat coloca la biodiversidad en el centro del diseño urbano, para mejorar la experiencia real de los ciudadanos en el lugar donde viven a partir de la comprensión del rol de la naturaleza en su calidad de vida.