Estudio comparte las características que tiene un contenido falso en redes sociales y qué hacer con un contenido “llamativo y provocador”.
Por Revista Summa
El Observatorio de la Comunicación Digital, desarrollado por el Campus Creativo de la Universidad Latina de Costa Rica, con el apoyo de Kantar IBOPE Media y Minerva Data, comparte su duodécimo reporte de análisis de la conversación, con relación a las elecciones presidenciales 2022.
A raíz de la creciente cantidad de contenidos falsos y violentos, relacionados con la campaña electoral, el Observatorio de Comunicación Digital resume en esta guía con algunos consejos y acciones a seguir, con el fin de evitar el crecimiento de la desinformación, la cual es una de las enemigas más voraces de los procesos democráticos.
Ahora, el peligro que se vive en esta era de “posverdades” es que los fake news o noticia falsas se parecen mucho a las noticias reales. La siguiente guía fue elaborada a partir del trabajo de revisión diaria de redes sociales durante el proceso electoral.
a. ¿Qué características tiene un contenido falso en redes sociales?
- El origen de la información no es un medio reconocido – No con esto se quiere desmeritar a los medios digitales emergentes, pero casi siempre, las noticias falsas se publican en sitios web pasajeros, blogs gratuitos o se publican en forma directa una red social y no necesariamente en un sitio web.
Ahora, si proviene de un sitio de noticias nuevo, la información debería estar “firmada” por el autor, ojalá acompañada de su correo institucional, y a la vez, que el medio tenga un periodista director, como responsable civil ante cualquier falsedad que se diga en la nota informativa. Se puede identificar rápidamente un sitio de noticias falso si existen errores ortográficos en el titular o cuerpo de la información.
Relacionado con esto, es vital además, que el sitio web o el medio de comunicación tenga una sección de “transparencia” donde se puedan verificar quienes son los dueños o accionistas del mismo; además del equipo editorial responsable del contenido. - El contenido genera “enojo”, “rabia” o “frustración” – Este es uno de los desencadenantes principales de la desinformación; ya que el contenido “provocador” es más subceptible a ser compartido en redes sociales. Casi siempre el “titular” de la noticia es el disparador de la provocación y casi todo está concentrado en los dos párrafos iniciales.
- No hay variedad de fuentes periodísticas o evidencias que “sostengan” la denuncia – Este tipo de informaciones no tienen ningún fundamento de fuentes variadas, que respalden la noticia, ni hace referencia a documentos o informes oficiales que le permitan al lector a buscar dichas fuentes oficiales por su parte y verificarlas.
- Descuido en el diseño – se nota fácilmente el uso de una gran cantidad de tipografías, diferentes colores, no hay una unidad gráfica o estética presente. Esto incluye, uso de fotografías en baja resolución y el “robo” de logotipos de sitios reconocidos de noticias; pero que en el conjunto visual se nota desorden. En este mismo sentido, a los productores de noticias falsas les encantan los titulares en letras mayúsculas y de colores llamativos.
- Es compartido por usuarios “troles” de redes sociales – Generalmente estos troles trabajan articuladamente en los momentos más importantes de la campaña política, tienen pocos seguidores, sus cuentas son de reciente nacimiento y generalmente son “mono temáticos”, es decir, que al revisar los contenidos publicados, están generalmente relacionados solo con atacar a un candidato en específico.
- No hay forma de comprobar la “noticia” en otro sitio web – Es decir, que al buscar en Google la misma información, no aparece en ningún otro lado; lo cual debería de llamar la atención y dudar de inmediato sobre su veracidad.
Ahora, podría ser una primicia, pero con la velocidad con que se mueven los medios de comunicación digitales; en cuestión de 20 minutos ya los principales medios deben tener alguna referencia a dicha información. - Usa información “fuera de contexto” – En ocaciones, se han encontrado temas que fueron noticia años atrás y se vuelven a utilizar a tiempo presente; por lo que es fundamental utilizar los buscadores para corroborar el momento en el cual se dio el hecho.
b. ¿Qué hacer con un contenido “llamativo y provocador” que llega a mi Whatsapp o que me compartieron en redes sociales? - Dudar sobre su procedencia – Suena muy extremo; pero la cantidad de noticias o contenidos falsos que circulan en los chats de amigos, familiares o compañeros de trabajo, debería de hacernos pensar de que en la gran mayoría de ocaciones es falso. Y ante la duda, es mejor no compartirlo con otros y romper la cadena de desinformación.
- Verificar la autenticidad del contenido – En una breve verificación en Google, poner el titular y de inmediato dicha información debería de estar presente en al menos uno de los medios de comunicación con mayor trayectoria del país. Incluso si se tiene una computadora a mano, se pueden guardar las imágenes y abrirlas en el buscador de fotografías y le indicará también la veracidad de las mismas. Sino aparece en Google, es probable que sea falso, por lo que es mejor no compartirlo con otros y romper la cadena de desinformación.
- Contactar a algún experto del tema – Las redes sociales como Linkedln o Twitter tienen una apertura enorme para contactar a expertos en diversas áreas (económica, política, científica, entre otros); consultarles sobre la veracidad de lo que le enviaron a uno o bien, pedirles un criterio técnico al respecto; y en la mayoría de las veces, recibirá una respuesta pronta y atinente para esclarecer el tema en cuestión; y de ser falso, pues mejor no compartirlo con otros y romper la cadena de desinformación.
- Desmentir en los chats sobre la vericidad del contenido – Esto tal vez provoque una reacción negativa en contra de la persona que lo haga; pero ayudará a los demás a entender de que se trata de una noticia falsa y es mejor no compartilo con otros y romper la cadena de desinformación.
- No compartirlo con otros y romper la cadena de desinformación – Se ha repetido cinco veces en esta guía, pero es la única forma de que la desinformación no gane terreno.
El Observatorio de Comunicación comprende la importancia de las redes sociales en la dinámica político – partidaria; pero también ve con preocupación el aumento del contenido y cuentas falsas que han tomado las redes sociales en las últimas semanas y se espera que con la llegada de los debates de los medios de comunicación, las granjas de troles tomen fuerza; por lo que es vital una ciudadanía informada y con herramientas de alfabetización digital.
El Observatorio de Comunicación Digital es una iniciativa de la Universidad Latina de Costa Rica, en conjunto con las empresas Kantar IBOPE Media y Minerva Data; el cual forma parte del quehacer académico de la institución universitaria. Sus resultados, informes, análisis y productos, se enmarcan por lo tanto como actividades formativas y de investigación universitaria. Ni la Universidad, ni Kantar IBOPE Media, ni Minerva Data, ni el Observatorio, tienen ningún interés de carácter político electoral con su trabajo. Esta iniciativa no forma parte de ningún partido político, organización, alianza o grupo constituido con fines políticos electorales y su quehacer se limita al análisis y difusión de información sobre la realidad y evolución de los medios de comunicación digital, con fines académicos.