Haber pasado una etapa no significa que nunca más regresaremos a ella, solo que al regresar, probablemente se atravesará con mayor rapidez y menos dificultad que la primera vez.
Por Revista Summa
La situación que hoy se vive a causa de la Pandemia del COVID-19 (Coronavirus) nos ha forzado a realizar grandes cambios. Es importante entender y aceptar que, circunstancias como esta, afecta también a nivel emocional.
Lograr aplicar la inteligencia en nuestras emociones, sobre todo en el ámbito de los negocios, es clave.
Atentos a esta situación, Servicios Expertos de Consultoría (SEC) Guatemala está promoviendo la
participación de sus expertos voluntarios, para aportar a temas de interés del sector MIPYME.
En esta oportunidad, Ramiro Ponce, coach ejecutivo y consultor voluntario de SEC Guatemala, desea ofrecer un “mapa” que nos explique a grandes rasgos cuáles son las emociones que sentiremos ante la incertidumbre causada por la Pandemia y cómo manejarlas razonablemente. Estas etapas fueron descritas por Elisabeth Kübler-Ross, quien fue la primera en formularlas y, será Ponce quien nos ayude a aplicarlas en la situación actual.
- Negación: “No es cierto que esto sea tan serio, acá no nos va a pasar nada” La negación es un mecanismo de defensa que utilizamos ante el cambio como una manera de protegernos.
Recomendación: Lo crucial acá es buscar o dar (según sea el caso) información confiable, para dejar esta postura, que sólo retrasa la toma de acción efectiva para adaptarnos al cambio. - Cólera: “¿Cómo es posible que me tenga que ir ahora a mi casa?” Que se queden en casa los que les sobra el dinero! ¡Yo no me puedo dar ese lujo!”
Recomendación: Si es “el otro” (su trabajador, su hijo, etc) el colérico, solo escuche no trate de convencerlo de lo contrario. La otra persona en esta fase NO está abierta a escuchar cuestiones razonables, solo quiere descargar. Deje que lo haga. - Regateo: “¡Bueno, ni modo! Por lo menos algo puedo hacer desde la casa. Ah, pero si al menos nos hubieran avisado antes, no que tardaron mucho”. (Quedan rescoldos de cólera aún, quisiera regresar a las cosas como eran antes)
Recomendación: Reflexione si otros parece que se van adaptando al cambio y usted sigue repitiendo lo mismo, como quien se aferra a que las cosas debieran ser como antes. Mejor hágase la pregunta: “¿Qué puedo hacer da acá en adelante para aprender algo de esta situación?”
- “Bajón transitorio”: “A lo mejor no voy a poder salir de ésta, quizás soy yo el que no sirve (Desánimo, pesimismo)
Recomendación: Haga un inventario de otras situaciones difíciles y cómo logró salir de ellas (sus historias de éxito), reflexione sobre “¿Qué es lo peor que puede pasar?”. Esto le servirá para dimensionar mejor la realidad que vive. - Período de prueba: La adaptación y el aprendizaje empiezan a dar algunos frutos.
Recomendación: Siga aprendiendo y haciéndose diestro en la nueva forma de hacer las cosas. “Bueno, no es tan difícil el teletrabajo como pensaba al inicio”. “Algo se está vendiendo, parece que no soy tan malo en lo que hago”. - Aceptación: “Al fin estamos de regreso y este virus parece que ya se fue. Viéndolo bien, fue duro, pero cuánto aprendí en estos meses!”
Recomendación: Resuma las lecciones aprendidas para poder aplicarlas cuando venga el siguiente cambio.
Ponce explica que las etapas anteriores suelen darse en cada persona en el orden descrito, lo que puede variar es la duración al atravesar las mismas; esto dependerá de cada persona y capacidad de adaptación, temperamento y personalidad. Haber pasado una etapa no significa que nunca más regresaremos a ella, solo que al regresar, probablemente se atravesará con mayor rapidez y menos dificultad que la primera vez.