La suspensión deja en el limbo a unos 2 millones de suscriptores en un país donde las cableoperadoras tradicionales registran fallas constantes en sus servicios.
Por AFP | Federico PARRA
El gigante estadounidense de las telecomunicaciones AT&T anunció el martes su retiro «inmediato» del mercado de televisión paga en Venezuela, donde ofrecía la plataforma satelital DirecTV, ante la imposibilidad de respetar al mismo tiempo las sanciones de Washington y las exigencias de Caracas.
«Debido a que es imposible que la unidad de DirecTV de AT&T cumpla con los requisitos legales de ambos países, AT&T se vio obligada a cerrar sus operaciones de TV paga en Venezuela», dijo en un comunicado.
La decisión tiene «efecto inmediato», precisó.
La empresa con sede en Dallas, Texas, explicó que las sanciones económicas de la administración de Donald Trump a Venezuela prohíben la transmisión de Globovisión y del canal de televisión de la estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA TV.
Sin embargo, dijo que la trasmisión de ambos canales es requerida por la licencia otorgada por el gobierno de Nicolás Maduro para proporcionar el servicio de televisión de pago en Venezuela.
Por su parte, el líder opositor Juan Guaidó aseguró en su cuenta de Twitter que evalúa «posibles reacciones» y que está «entrando en contacto con el proveedor de servicio» para «conocer las exigencias» que el gobierno socialista planteaba a la plataforma satelital.
La decisión «es una consecuencia más de que una dictadura, apoyada en el narcotráfico y la violación de DDHH, esté usurpando el poder», escribió Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, encabezados por Estados Unidos.
Washington lidera desde enero de 2019 la presión internacional contra el gobierno de Maduro, cuya reelección en mayo de 2018 considera fraudulenta y a quien atribuye corrupción generalizada y graves abusos a los derechos humanos.
En ese marco, la administración Trump ha impuesto una batería de sanciones económicas, entre ellas un embargo de facto al crudo venezolano, clave para la economía de la otrora potencia petrolera.
La suspensión deja en el limbo a unos 2 millones de suscriptores en un país donde las cableoperadoras tradicionales registran fallas constantes en sus servicios. En algunos casos, la baja del servicio solo abarca los canales locales, permitiendo ver los internacionales, pero el grueso de los clientes reporta una restricción total de la programación.
Según la estatal Conatel, para el segundo trimestre de 2019 DirecTV abarcaba el 45,32% del mercado de televisión por suscripción, estimado de 4,3 millones de clientes en ese período.
«Me afecta mucho esta medida porque DirecTV era prácticamente la única opción de entretenimiento que teníamos en la casa, se dejaron de ver todos los canales», contó a la AFP Ennyen Reyes, un comerciante de 30 años residente en Cabimas, estado de Zulia (oeste de Venezuela), y cliente de la operadora hace 12 años.
«Canal no disponible» se lee en la pantalla de Jennifer Vera, una agente de artistas de 38 años que solía ver series y películas en la plataforma. «Me parece una locura esto, más aún en esta época de cuarentena», lamentó en alusión al confinamiento decretado en el país desde el 16 de marzo por la pandemia de COVID-19.
Hasta ahora, el gobierno venezolano no se ha pronunciado sobre la decisión.