Los habitantes de estas islas de El Salvador ahora cuentan con electricidad de alta calidad.
Por Revista Summa
Innovación y sostenibilidad son dos ingredientes perfectos para romper barreras de acceso y poder llevar el poder transformador de la energía a poblaciones remotas. El modelo de generación de la planta AES Meanguera del Golfo, ubicada en el único distrito insular de El Salvador, es reflejo de ello.
Se trata de un proyecto de energía pionero en la región centroamericana, desarrollado y construido en 2023 por AES. La planta, equipada con tecnología de almacenamiento de energía por medio de baterías de última generación, provee un suministro eléctrico renovable y libre de carbono las 24 horas del día, tanto a los habitantes de isla Meanguera, como a dos de las circundantes habitadas: Conchagüita y Zacatillo.
Anteriormente, el servicio de energía que recibían esos territorios dependía solamente de una red eléctrica submarina expuesta a daños frecuentes por los fuertes oleajes o la navegación de grandes embarcaciones, lo cual provocaba interrupciones del suministro y la tarea de restablecerlo era un proceso de ingeniería complejo.
Ahora, la energía fluye sin limitaciones, gracias a que la radiación procedente del sol la se combina con tecnología de vanguardia para brindar una solución energética ambientalmente responsable a esas comunidades isleñas. Cuando cae la noche, baterías cargadas con ese recurso las continúan iluminando.
Lo que antes era un reto, ahora es un ejemplo de cómo la energía puede llegar a los rincones más remotos integrando innovación tecnológica y sostenibilidad. AES El Salvador continuará apostando por ese tipo de soluciones energéticas que generan un impacto positivo tanto a la comunidad como al medio ambiente.
¿POR QUÉ APOSTAR POR LA ENERGÍA DISTRIBUIDA?
A nivel global, el mundo demanda cambios acelerados en los modelos energéticos. El mayor reto se vincula con lograr acercar las fuentes de generación a los sectores más remotos y a las poblaciones más vulnerables, por lo que la energía distribuida ha despuntado en los últimos años como una importante alternativa tecnológica. Por un lado, permite asegurar el suministro oportuno y de calidad de la energía eléctrica y, por el otro, propiciar el ahorro y el uso eficiente de los recursos naturales.
Bajo ese modelo, se instalan fuentes generadoras de energía renovable cerca de los puntos de consumo, como zonas industriales o habitacionales. Eso es, precisamente, lo que hizo la planta AES Meanguera del Golfo, que marca un antes y un después en la manera cómo este vital recurso puede llegar a las comunidades, especialmente a aquellas ubicadas en lugares lejanos del país, para transformar vidas y propiciar el desarrollo económico y social.