La tarjeta de crédito es una herramienta clave para construir un historial crediticio, por eso; usarla de forma adecuada, pagar a tiempo y evitar los sobregiros es fundamental.
Por Revista Summa
“La relación entre un cliente y su banco es fundamental para acceder a mejores oportunidades financieras y fortalecer el crecimiento económico personal”. Según Daniela Gutiérrez, economista de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), la conexión financiera entre cliente y banco debe iniciar mucho antes de que existe la necesidad de un crédito.
Acciones simples como abrir una cuenta de ahorros y aprender a administrarla bien permite construir un lazo sólido y responsable que abre la puerta a nuevas oportunidades, como acceder a préstamos y obtener mejores condiciones de financiamiento.
Daniela Gutiérrez, economista de la ABC, destacó que una relación sólida entre cliente y banco, construida a lo largo del tiempo mediante el uso responsable de los servicios, abre la puerta a nuevas oportunidades: acceder a préstamos, obtener mejores condiciones de financiamiento y fortalecer el crecimiento económico personal.
“Uno de los principales errores que cometen muchas personas es esperar hasta que necesitan un préstamo para acercarse al banco. La relación financiera debe empezar mucho antes, con acciones simples como abrir una cuenta de ahorros y aprender a manejarla bien”, explicó Gutiérrez.
La primera etapa en la relación entre cliente y banco suele comenzar con la apertura de una cuenta de ahorros o corriente. Estos productos permiten familiarizarse con el manejo de los recursos y con el uso de plataformas bancarias, además de generar trazabilidad en los ingresos y egresos.
Con el tiempo, el vínculo puede avanzar hacia instrumentos más complejos, como certificados de ahorro a plazo, tarjetas de crédito o préstamos. Cada uno de estos debe utilizarse con responsabilidad y pleno conocimiento de sus condiciones, derechos y obligaciones. Informarse desde el inicio sobre los términos de cada producto es fundamental para evitar el sobreendeudamiento o un uso inadecuado de los recursos.
Una de las herramientas clave para construir historial crediticio es la tarjeta de crédito. Cuando se usa de forma adecuada, pagando a tiempo y sin sobregiros, permite generar un récord positivo ante las entidades financieras. Además, puede ser útil en emergencias, para planificar pagos con orden y acceder a beneficios como puntos, cashback o millas.
“El historial crediticio es como una hoja de vida financiera. Refleja si la persona ha sido puntual, ordenada y responsable en sus compromisos. Esa información es clave cuando se solicita un crédito más adelante, como uno para estudios, para una vivienda, para un vehículo o para iniciar un negocio”, añadió Gutiérrez.
Una persona que aún no ha utilizado productos financieros, aunque cuente con ingresos estables, podría tener un acceso más limitado a opciones de crédito en comparación con quienes ya han construido un historial. Por eso, la ABC aconseja comenzar pronto. Mantener una cuenta activa, ahorrar regularmente y utilizar de forma responsable productos como una tarjeta de crédito de bajo límite son formas accesibles de empezar a construir ese perfil.
La educación financiera también juega un papel determinante. Comprender conceptos como la tasa de interés, el pago mínimo, la fecha de corte y la importancia del ahorro puede marcar la diferencia entre una relación sana y una que termine en sobreendeudamiento o pérdida de oportunidades. Las entidades bancarias cuentan con materiales, talleres y canales de atención diseñados para apoyar a los nuevos clientes en este proceso.
Una persona con buen historial crediticio tiene mayor posibilidad de obtener mejores condiciones en los préstamos: tasas de interés más bajas, plazos más favorables y mayor flexibilidad. Por eso, iniciar pronto ese camino, aunque sea con pasos pequeños, puede significar una gran diferencia en el futuro. Esa relación de confianza con el banco se construye con tiempo, información y responsabilidad.