Los riesgos más relevantes a largo plazo son una posible recesión económica local o global y el impacto de una gestión inadecuada de temas ASG.
Por Revista Summa
Siete de cada diez organizaciones en México consideran que los ciberataques (75%), la inseguridad y falta de Estado de derecho (69%), así como ser víctima de fraudes y robos (66%) son los principales riesgos que podrían impactarles significativamente a corto plazo (dentro de los próximos 12 meses), mientras que en Centroamérica destacan, además de los ciberataques (83%), el ser víctima de fraudes y robos (69%), las nuevas regulaciones (64%) y perder o no atraer al talento necesario (61%), de acuerdo con el estudio Riesgos en México y Centroamérica 2024. Gestión dinámica para entornos cambiantes de KPMG México, firma multidisciplinaria que provee servicios profesionales de Auditoría, Impuestos y Asesoría.
En cuanto a los riesgos a largo plazo, es decir, aquellos que podrían impactar en las operaciones en los próximos dos o tres años, las empresas en México y Centroamérica destacan el impacto que pudiera tener una recesión económica local o global (59%, 66%), la gestión inadecuada de temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG; 59%, 60%), las disrupciones en la industria por cambios tecnológicos (53%, 39%), el rezagarse en innovación y transformación digital (48%, 38%) y las políticas monetarias restrictivas y reducción extrema de liquidez (43%, 44%).
Por otro lado, los riesgos ASG que las compañías en México consideran más apremiantes son la escasez y calidad del agua (60%), contar con una cadena de suministro sostenible (38%) y la generación y eficiencia energética (36%), mientras que en Centroamérica se señalan los eventos climáticos extremos (40%), contar con una cadena de suministro sostenible (38%) y la seguridad y salud de los colaboradores (36%).
“En 2024, México y Centroamérica comparten algunos riesgos empresariales, como los ciberataques, la inseguridad y la atención a temas ASG. Para mitigarlos eficazmente y en el menor tiempo posible, la gestión dinámica es esencial”, señala Juan Carlos Reséndiz, Socio Líder de Asesoría en Gobierno Corporativo, Riesgo y Cumplimiento de KPMG México.
Materialización del riesgo
En México, los principales efectos de una posible materialización de los riesgos identificados son la pérdida de clientes (54%), la necesidad de realizar ajustes relevantes en la estructura organizacional (50%), la reconfiguración del modelo de negocio (46%) y el desplazamiento del modelo de negocio de la empresa por algún otro que esté basado en la digitalización o la automatización (39%).
Por su parte, en Centroamérica la pérdida de clientes (60%) se posiciona en primer lugar; la reconfiguración del modelo de negocio, en segundo (55%); la necesidad de realizar ajustes relevantes en la estructura organizacional (51%), en tercero; y el desplazamiento por modelos basados en digitalización o automatización (44%), en cuarto. Gestión del riesgoEn cuanto al entendimiento sobre el riesgo, 47% de las compañías en México y 36% en Centroamérica señalan que este es el mismo en todos los niveles, mientras que 40% y 46%, respectivamente, expresan que es necesario reforzarlo en todas las capas de la organización.
Por otro lado, 26% en México y 4% en Centroamérica concentran la gestión y administración de riesgos en la Dirección General, mientras que 22% y 63%, respectivamente, cuentan con una Dirección o Gerencia dedicada a estos temas.
Adicionalmente, cuatro de cada diez (39%) organizaciones en México (22% en Centroamérica) señalan que no utilizan ninguna herramienta tecnológica para la gestión de riesgos, pero tienen contemplado invertir en una próximamente.
“Conocer y mitigar los riesgos a los que se enfrentan las empresas no solo les permitirá evitar problemas mayúsculos, sino también fortalecer su reputación y agregar mayor valor a su negocio”, concluyó José Carlos Ortiz, Socio de Asesoría en Gobierno Corporativo, Riesgo y Cumplimiento de KPMG México.
Principales hallazgos
Riesgos más apremiantes a corto plazo (próximos 12 meses)
Riesgos más apremiantes a largo plazo (próximos tres años)