A raíz de la construcción del canal, Abinader ordenó el cierre completo de la frontera con Haití desde el 15 de septiembre pasado.
Por EFE
República Dominicana no cederá en sus acciones de fortalecer su seguridad en la frontera con Haití, aunque este país mantenga su posición de no reanudar el mercado binacional, principalmente el que se celebraba los lunes y viernes en la ciudad dominicana de Dajabón (noroeste).
Los dos países fronterizos mantienen una disputa a raíz de la construcción de un canal en territorio haitiano para tomar aguas del río Masacre, frontera natural en el norte de ambas naciones, y al que se opone República Dominicana bajo el argumento de que este viola el Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje firmado en 1929.
«Nosotros no vamos a ceder. La frontera no volverá a ser igual, ese desorden que había en los mercados no será igual. Hemos sabido que la población (haitiana) ha querido entrar (a comercializar) pero ha sido detenida por algunos sectores en Haití», dijo el presidente dominicano, Luis Abinader, en su acostumbrada conferencia de prensa de los lunes en el Palacio Nacional.
Dominicanos y haitianos también estaban habituados a comprar y vender variados productos en los mercados de los municipios fronterizos de Jimaní, Elías Piña y Pedernales.
Abinader refirió que «es posible» de que desde Haití observan como molestas las medidas que ha tomado su país en la frontera, que incluyen la toma de datos biométricos a cada ciudadano haitiano que ingrese a República Dominicana.
«Nosotros debemos comportarnos como un país civilizado, pero que también tiene que cuidar sus intereses (…) no voy a ponerme a cuestionar la forma que tienen (los haitianos), pero creo que deben de cambiar porque históricamente no le ha dado resultado la forma en que se han comportado», dijo el gobernante.
A raíz de la construcción del canal, Abinader ordenó el cierre completo de la frontera con Haití desde el 15 de septiembre pasado. También dispuso paralizar el otorgamiento de visado a los haitianos.
El jefe de Estado flexibilizó estas medidas el miércoles pasado con la creación de «corredores comerciales» en la frontera para el intercambio de alimentos y medicinas, principalmente, además de la reapertura de los mercados.
Sin embargo, los haitianos no cruzaron al lado dominicano como se esperaba y solo ayer lo hicieron varios cientos para comprar algunos productos y trasladar a su país las mercancías que tenían en locales de venta que operan en el mercado de Dajabón, según informaron fuentes del Ministerio de Defensa.
El Gobierno de Haití ha reiterado de que no paralizará la construcción del canal, como exigen las autoridades dominicanas, quienes, a su vez, han reactivado las operaciones de un canal de riego aguas arriba del río Masacre del que aseguran toman las aguas necesarias para las plantaciones de la zona.
Abinader reiteró que su país no se opone al diálogo y recordó que ambos países solicitaron recientemente la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
«Desde la OEA nos pidieron unos documentos y se los entregamos; me parece que la OEA había solicitado de que (de las negociaciones) también participara el Caricom. Mientras tanto, tomamos las medidas que garanticen la seguridad nacional», apostilló el mandatario.
También reiteró que su Gobierno destinará unos 3.000 millones de pesos (unos 52,7 millones de dólares) para ejecutar un plan de mecanización en las áreas agrícolas y de construcción, para con ello disminuir la mano de obra haitiana que trabaja en esos sectores en el país.