2.300 personas conforman la red de voluntarios CASSA.
Por Revista Summa
El modelo de negocio de CASSA, especializada en la producción de azúcar, melaza y energía de El Salvador, se basa en operar bajo sostenibilidad circular y buenas prácticas empresariales, con el objetivo de impulsar el crecimiento económico, el bienestar de sus grupos de interés y la conservación del medio ambiente. En función de garantizar el desarrollo sostenible del territorio donde realiza su actividad agroindustrial, diseña e implementa proyectos orientados al cuidado y preservación de los ecosistemas de su entorno.
“Somos parte de un ecosistema y nuestra mirada debe elevarse más allá de la unidad productiva del cultivo. Unidos, la empresa y los 3.000 productores de caña que proveen de materia prima a los ingenios, compartimos la misión de contribuir a preservar los recursos de ese ecosistema. El cumplimiento de buenas prácticas empresariales y certificaciones; el uso de tecnología e innovación, medición de huella hídrica y de carbono, así como los procesos de diálogo con las comunidades vecinas nos permiten avanzar en procesos de mejora continua, pero el motor del desarrollo de la empresa es nuestra gente; su talento y visión son quienes garantizan que nuestro modelo de negocio camine hacia altos estándares de competitividad y sostenibilidad ”, señala Fermina Cárdenas, directora de Relaciones Corporativas de Grupo CASSA.
Áreas claves de acción
- Energía renovable: Con la generación de energía renovable, a partir del bagazo de la caña, las plantas productoras Central Izalco e Ingenio Chaparrastique generaron 393 096 115 kWh durante la zafra 2021-2022, iluminando 238 mil hogares.
- Zonas protegidas: En alianza con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), protege y conserva 371 hectáreas pertenecientes al Área Natural Protegida del Bosque Chilanguera (Chirilagua, San Miguel).
- “Aliados de la Comunidad”: Es un modelo de intervención centrado en la construcción de relaciones sostenibles con las comunidades y en el fomento del desarrollo humano. Se ejecuta a través de dos componentes:
- Relacionamiento comunitario: Vela porque la operación agrícola se lleve a cabo con respeto a los derechos humanos del tejido social de las zonas donde la empresa realiza su actividad. Por lo tanto, brinda información sobre el plan de producción y buenas prácticas agrícolas, a la vez que propicia la participación de los vecinos para que señalen oportunidades de mejora en la operación.
- Agua 10: Se basa en el modelo “WASH” de UNICEF, consistente en proveer a los centros escolares de un adecuado ciclo cerrado del agua, desde la extracción hasta su disposición.
IMPACTOS DEL PROGRAMA ALIADOS DE LA COMUNIDAD (2011–2021)
- 45.231 PERSONAS BENEFICIADAS
- 9.459 FAMILIAS BENEFICIADAS