El gran detonador de esta aceleración ha sido la nube.
Por Alfonso López, Gerente de Oracle para Centroamérica
Los bancos y otras instituciones de servicios financieros en la región centroamericana siguen afrontando diversos desafíos, tales como la mejora de la experiencia del cliente, los límites del sector, la nueva competencia digital, los cambios continuos en las normativas y las presiones permanentes para reducir los costos, además de los continuos cambios globales.
La banca asentada en Centroamérica resistió bien la crisis que generó la pandemia del COVID-19 y avanzó con solvencia en 2021 hacia la esperada post-pandemia, lo que ha permitido que la transformación digital siga en firme, no se detenga y haga parte de las medidas tomadas por los líderes del sector en busca de más eficiencias. De hecho, la mayor proporción de transacciones se realiza a través de canales digitales, lo que se ha convertido en un aspecto clave para aumentar la bancarización en Centroamérica y para continuar fortaleciendo la educación financiera, adaptando los productos y servicios dirigidos a la atención de los segmentos que aún no son atendidos por los sistemas financieros.
Es cierto que, en el pasado, el ecosistema de pagos consistía en el manejo de efectivo, cambió a cheques, tarjetas de crédito y otros mecanismos, pero, ahora, se revela otro ganador: las operaciones electrónicas. Quiero decirles que estamos muy cerca de que las nuevas generaciones de jóvenes no vayan a ver en su vida un cheque o a firmar uno.
Esto porque la banca trabaja a un ritmo de transformación rápido y el usuario es muy distinto al de hace una década o dos, pues, los cambios son más profundos y rápidos. Lo que antes tomaba 20 años, ahora toma uno y si se presentaban cuatro cambios en una década, ahora se dan en uno o dos meses.
El gran detonador de esta aceleración ha sido la nube. Lo cierto es que cada vez son más los bancos en la región que recurren a ella y a sus soluciones digitales para ahorrar costos, ampliar operaciones eficientemente, escalar servicios e innovar.
Con base en eso, en este camino de modernización financiera, Oracle presenta una estrategia de planeación conectada para, por ejemplo, la previsualización de escenarios, optimizaciones en gastos y costos, la administración de la rentabilidad y de precios competitivos para el cliente bancario. Además, se hace fundamental la anticipación y mitigación de riesgo financiero y operativo que permite generar reportería regulatoria de punta-a-punta para mayor control de los riesgos de crédito, mercado, liquidez y operacional, reduciendo escenarios que impactan la operación y permitan la continuidad del negocio bancario. Adicionalmente, para cumplir con el compromiso con la gestión sostenible que requiere el mercado actual, existen tecnologías que contribuyen a reducir la emisión de huella de carbono al digitalizar los procesos operativos y transaccionales con IA y análisis de datos, generando impacto sostenible en la administración bancaria, cumpliendo las normativas y reporting ambientales, de sostenibilidad y de gobernanza (ESG). Y, para finalizar, la banca requiere agilidad en toma de decisiones e innovación constante que habilite la previsualización de escenarios, la optimización en costos, gastos y tiempo y la integración de soluciones que usen la Inteligencia Artificial.
Todo esto es posible a través de soluciones tecnológicas que habiliten el análisis de datos predictivos y la rápida toma de decisiones estratégicas. Las organizaciones de servicios financieros han aumentado su enfoque en cómo acelerar la transformación digital para innovar y mejorar el servicio a sus clientes y empoderar a los empleados. Estas demandas se han centrado en el uso de tecnologías y servicios en la nube para superar los obstáculos y mantenerse al día con los cambios.