El sindicato quiere eliminar el sistema salarial con dos niveles que hace que las nuevas contrataciones ganen un 25 % menos que los empleados existentes.
Por EFE
El sindicato del automóvil de Estados Unidos, United Auto Workers (UAW), inició este jueves las negociaciones para un nuevo contrato colectivo con Stellantis, Ford y General Motors (GM) con la advertencia que sus 150.000 afiliados están preparados para declararse en huelga.
Mientras los negociadores de UAW celebraban su primera reunión con los directivos de Stellantis, el presidente del sindicato, Shawn Fain, acudió en la mañana del jueves a las puertas de una planta de montaje de Ford en las afueras de Detroit para reunirse con los trabajadores y reiterar su posición de dureza.
Un desafiante Fain ya visitó el miércoles otra planta de montaje de vehículos de Stellantis, que en Norteamérica opera las marcas estadounidenses Jeep, Dodge, Ram y Chrysler, para hacer claro su mensaje: tras años de concesiones, UAW no cederá en sus peticiones de mejores salariales y garantías laborales.
Fain ha marcado el inicio de las negociaciones, que deben concluir con un acuerdo para los próximos cuatro años antes de que el actual convenio colectivo expire el 14 de septiembre, con su decisión de cancelar la tradicional reunión protocolaria con los ejecutivos de las «Tres Grandes» compañías para estrechar sus manos.
El líder sindical ha sustituido el encuentro con los directivos por las reuniones del miércoles y jueves con los trabajadores a los que representa y ha declarado que no estrechará las manos con los ejecutivos hasta que haya un acuerdo.
«Durante mucho tiempo, UAW ha negociado con las Tres Grandes sólo pensando en lo que no podemos hacer; no podemos ganarnos el coste de la vida; no podemos enfrentarnos a estas compañías y ganar. Creo que es el momento para eliminar el ‘no podemos’ del vocabulario de nuestro sindicato», declaró Fain.
«Me niego a permitir que los empresarios, los milmillonarios y los vendidos jueguen con nuestros temores», añadió en un video distribuido en la noche del martes en Facebook a los afiliados de UAW.
UAW ha explicado que acude a las negociaciones con la intención de revertir las concesiones que realizó tras la grave crisis de 2008-2009 que amenazó con la bancarrota del entonces Grupo Chrysler y General Motors.
El sindicato quiere eliminar el sistema salarial con dos niveles que hace que las nuevas contrataciones ganen un 25 % menos que los empleados existentes.
UAW también quiere aumentos salariales y compensaciones ajustadas a la subida del coste de la vida, además de que UAW pueda representar a los empleados de las nuevas empresas conjuntas en las que Stellantis, Ford y GM producirán baterías para sus vehículos eléctricos.
El sindicato justifica estas reivindicaciones por la mejora de la salud financiera de las empresas así como las generosas subvenciones y ayudas que las autoridades estadounidenses están concediendo al sector para acelerar la transición a vehículos eléctricos.
UAW considera que en los últimos 10 años, los Tres Grandes han tenido beneficios de 750.000 millones de dólares (unos 668.164 millones de euros) en Norteamérica, suficiente para que se puedan permitir atender las demandas de los trabajadores.