La Unión Europea trabaja en un nuevo marco jurídico que refuerce la normativa sobre el uso de la inteligencia artificial y determine los riesgos de su aplicación.
Por EFE
Investigadores y expertos científicos defienden, en el V Encuentro Internacional de Rectores Universia 2023 celebrado en Valencia, que no hay que ralentizar los avances en ciencia relacionados con la inteligencia artificial y los nuevos prototipos de lenguajes artificiales, los cuáles abren numerosas posibilidades a un entorno educativo que debe adaptarse a estas herramientas.
La responsable de la estrategia de investigación de IA conversacional en Google AI, Pilar Manchón, ha instado durante este foro a “invertir más en la parte responsable de la investigación” para propiciar un “uso seguro” de estas tecnologías.
En su opinión, las herramientas de inteligencia artificial generativa como ChatGTP permitirán gestionar en la universidad las informaciones de manera “más rápida y eficiente”, aunque actualmente se encuentran en un período de transición en el que “no son lo suficientemente maduras” y donde los profesores y los alumnos deben aprender a trabajar con ellas.
“La dirección de la inteligencia artificial no está clara por dónde va a ir pero el cielo no tiene límites”, ha incidido la doctora en Lingüística Computacional en el panel ‘La contribución de la universidad a la revolución tecnológica’, donde ha afirmado que la investigación debe mirar a un horizonte de “diez años” para prever su impacto en la sociedad.
Junto a Manchón, la directora de ELLIS Alicante y científica jefa de Datos en Data-Pop Alliance, Nuria Oliver, ha señalado la necesidad de desplegar “acciones a largo plazo en educación” ante la «falta de movilización social y de empoderamiento ciudadano” respecto a la toma de decisiones en desarrollo tecnológico.
En declaraciones a EFE, Oliver ha advertido del impacto que la inteligencia artificial puede tener dentro de las aulas, donde los algoritmos podrían sustituir al “proceso creativo propio del ser humano” a la hora de enfrentarse al “folio en blanco” en la redacción de contenidos.
Además, considera la regulación de estas herramientas en educación como uno de los grandes retos a los que se enfrentan las nuevas tecnologías para promover la innovación y garantizar la seguridad.
Con la Ley de Inteligencia Artificial -AI Act por sus siglas en inglés-, cuya aprobación se espera para finales de 2023, la Unión Europea trabaja en un nuevo marco jurídico que refuerce la normativa sobre el uso de la inteligencia artificial y determine los riesgos de su aplicación.
Respecto al contexto educativo, la ley cataloga el uso de la IA «de alto riesgo”, por lo que estará sujeto a unas normas regulatorias “que garanticen que no tienen sesgos, que son transparentes, que no violen la privacidad y que no manipulen”, ha afirmado Oliver.
En el panel celebrado en el marco de Universia, el encuentro organizado por el Banco Santander que cuenta con la presencia de 700 rectores y líderes universitarios de catorce países, participó también el físico español Ignacio Cirac, Premio Príncipe de Asturias 2006 a la Investigación Científica y Técnica.
El doctor en física y experto en computación cuántica aseguró que las computadoras cuánticas tienen la capacidad para “cambiar el mundo” y que los gobiernos tienen que “darles prioridad” para aprovechar todo su potencial.