Este programa fue premiado como “Mejor iniciativa para el comercio justo y sostenible” por el ITC en 2020.
Por Revista Summa
Tras cuatro años de trabajo con 255 micro, pequeñas y medianas empresas, el programa Crecimiento Verde generó un aumento en la internacionalización de nuevos productos y el ingreso a nuevos mercados internacionales.
Así lo evidenció un estudio de impacto realizado por el consultor Claudio Mora, el cual concluye que el hecho de que una pyme haya recibido fondos no reembolsables de Crecimiento Verde está asociado con los siguientes efectos positivos: 38% más en la diversificación de mercados, 13% más en la diversificación de productos, 7% más en el valor exportado y 12% más en el peso exportado al finalizar el proceso de transformación productiva.
Adicionalmente, el estudio señala que el efecto acumulado en el valor exportado en 18 meses -desde el anuncio de los ganadores- muestra un aumento de $231 mil entre las empresas. Lo que se traduce en que, durante ese periodo, las empresas hicieron crecer la inversión del capital semilla ($12 mil en promedio) 19 veces.
El programa Crecimiento Verde es una iniciativa de la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER), de la mano con aliados estratégicos como lo son la Fundación CRUSA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que tiene como objetivo fomentar la transformación productiva verde de pymes mediante el otorgamiento de capital semilla y asesoría técnica especializada, y así promover la diversificación y el incremento del valor agregado de la oferta exportable del país.
En el 2020, el programa fue reconocido por el International Trade Centre (ITC) como “Mejor iniciativa para el comercio inclusivo y sostenible”, en un concurso que reconoce la excelencia de las iniciativas de desarrollo de exportaciones en el mundo, compitiendo en ese momento con países como Austria, Lituania, Santa Lucía y España.
“Desde hace varias décadas, Costa Rica optó por el camino de la sostenibilidad como la forma de producir y generar oportunidades para todos y todas, esto nos convirtió en un referente mundial y nos abrió las puertas para apostar por iniciativas que aumentaran el valor agregado de nuestro país ante los mercados internacionales. Siguiendo esa visión creamos el programa Crecimiento Verde con el cual hemos podido apoyar a 255 mipymes costarricenses a transformarse a través de asesoría y al capital semilla de nuestros aliados. Estos esfuerzos no solo nos posicionan como un referente de sostenibilidad, sino que nos hace mucho más atractivos ante nuestros actuales y potenciales socios comerciales, que cada día buscan productos con mayor diferenciación”, afirmó Pedro Beirute Prada, gerente general de PROCOMER.
Por su parte, la viceministra de Comercio Exterior, Paula Bogantes, agregó que las tendencias a nivel mundial demuestran que los consumidores son cada vez más sofisticados y su decisión de compra se enfoca en productos diferenciados. “Bajo este contexto, desarrollar el programa Crecimiento Verde fue una oportunidad para trabajar en la diversificación y en el aumento del valor agregado de la oferta exportable del país, tomando como ventaja el alto reconocimiento por la sostenibilidad y el bienestar social”, comentó.
Al cierre de las últimas siete convocatorias, en las que el aporte de los aliados fue de $4 millones para las pymes beneficiarias, destacan otros resultados como que se evitó la generación de 4.5 toneladas de CO2 equivalentes a 255 mil árboles plantados, se logró ahorrar más de 186 mil m3 de agua equivalentes a 55 piscinas olímpicas o al consumo promedio anual de más de 1000 hogares costarricenses. Asimismo, en términos económicos, las pymes lograron ahorrar alrededor de $545 mil durante la ejecución del proyecto.
“En Fundación CRUSA creemos en la visión compartida de una Costa Rica más próspera, sostenible e inclusiva. Con iniciativas como el Programa de Crecimiento Verde avanzamos en esa dirección, potenciando a las empresas costarricenses como agentes de cambio en la transformación productiva del país a través de la innovación, mejores prácticas productivas y tecnologías sostenibles” indica Benjamín Vargas Méndez, Presidente de la Junta Administrativa de Fundación CRUSA.
Durante estas siete convocatorias, que van desde el 2018 al 2022, se benefició a 255 empresas costarricenses de las cuales el 51% son micro, el 36% pequeñas y el 14% medianas. Mientras que el 38% pertenece al sector agrícola, el 33% al alimentario, el 22% a la industria especializada y el 6% al sector servicios.
“Para el BID ha sido gratificante ser parte de este programa que ayuda a pequeñas y medianas empresas costarricenses a innovar en sus negocios y a realizar transformaciones verdes que mejoran su productividad y su competitividad. Gracias a esta iniciativa, numerosas Pymes están implementando proyectos de innovación ambiental, obteniendo algún tipo de certificación asociada a la sostenibilidad y aumentando su nivel de internacionalización, lo cual contribuye al crecimiento del país”, afirmó Francisco Javier Urra, Jefe de Operaciones del BID en Costa Rica.
La plataforma de Crecimiento Verde tiene incidencia en todo el territorio nacional, razón por la cual el 42% de las empresas beneficiarias están ubicadas fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM). Además, siguiendo con el pilar estratégico de PROCOMER de sostenibilidad para facilitar la innovación productiva verde en las empresas y fomentar la inclusión de la mujer al comercio; el programa se ha enfocado en cerrar brechas de género, ya que un 47% de las empresas son lideradas por mujeres.
Por otra parte, la iniciativa ha logrado apoyar el empleo de al menos 3.700 colaboradores, con un efecto multiplicador positivo hacia las regiones de nuestro país. Adicionalmente, al ser las exportaciones directas e indirectas la razón de ser de PROCOMER, se espera que tanto Crecimiento Verde como los demás servicios que brinda la institución, puedan ayudar al 45% de empresas con potencial exportador a dar el paso hacia los mercados internacionales.
Este 2022, Crecimiento Verde lanzó su VIII convocatoria con el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) como aliado estratégico y con vistas a la implementación del programa en el 2023.