Chaves irá -dijo- para contribuir al debate sobre «la situación global, la inflación, la carestía de alimentos, los precios de los combustibles.
Por EFE
Costa Rica asistirá finalmente a la IX Cumbre de las Américas porque es lo más «correcto» de cara a abordar la delicada situación internacional e impulsar la integración de América Latina, dijo el presidente costarricense, Rodrigo Chaves, en entrevista con Efe.
«Hemos decidido asistir, fue una decisión que pensamos bastante, pero en balance creemos que ir a la cumbre es lo correcto para nuestro país», afirmó Chaves, que se encuentra participando en el Foro Económico de Davos, en su primer viaje al exterior a pocas semanas de haber asumido el cargo el pasado 8 de mayo.
La polémica alrededor de la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en Los Ángeles (EE.UU) del 6 al 10 de junio, se inició a raíz de aparente exclusión de EE.UU. de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y algunos países de la región han manifestado su disconformidad por ello.
Chaves irá -dijo- para contribuir al debate sobre «la situación global, la inflación, la carestía de alimentos, los precios de los combustibles, y la necesidad de integrar a América Latina mejor para que trabajemos juntos, y no los unos contra los otros».
También considera importante ver «cómo aumentar el comercio y revertir cualquier tentación de que los países se aíslen del resto del mundo».
La difícil situación geopolítica y sus consecuencias económicas han tenido su reflejo en la subida de los precios de los combustibles en el país y algunos grupos de ciudadanos convocaron protestas para pedir la bajada de precio.
El presidente rechazó hoy la posibilidad de bajar los impuestos a los combustibles como piden algunos sectores políticos y empresariales.
«Costa Rica está y ha estado en calma, ha habido algunas pocas personas que, dentro de nuestro derecho constitucional, han elegido manifestarse pidiendo soluciones al precio de los combustibles», señaló.
Pero añadió: «nosotros somos un país fiscalmente responsable, no podemos incurrir en déficit fiscales, mayor inflación, inestabilidad macroeconómica para solventar un tema que viene de afuera, no es un tema interno del país, y lo que estamos haciendo es amortiguar el golpe para los grupos más vulnerables», en referencia a varias medidas anunciadas el pasado domingo.
Acerca de la devaluación del colón, Chaves subraya que «la moneda local no se está devaluando, en realidad es que el dolar está subiendo respecto a todas las monedas del mundo».
«¿Por qué? Porque la Reserva Federal de EE.UU, el Banco Central, ha estado subiendo las tasas de interés y eso hace que muchos tenedores de inversiones muevan sus recursos de los mercados emergentes y de otros mercados hacia los Estados Unidos».
También lo achaca a «lo que se llama el vuelo hacia la calidad. Cuando los mercados globales y la situación geopolítica se pone un poco preocupante muchas veces los recursos van buscando refugio hacia los EEUU. Esto es lo que está pasando, no es un tema particular de Costa Rica, es un tema global».
Sobre los ciberataques que sufrieron en abril pasado diversas instituciones públicas de Costa Rica y que llevaron a Chaves a decretar emergencia nacional de ciberseguridad, el presidente lamentó que el país «no invirtió lo suficiente a nivel gobierno en proteger los sistemas de nuestro Ministerio de Hacienda y de otras entidades públicas».
«Esa falencia, que tiene varios años, fue aprovechada por grupos de terroristas. Ahora estamos limpiando nuestros sistemas, esperando pronto reinstalar todo lo que tenemos que reinstalar, y lo importante es no perder la lección de que de ahora en adelante tenemos que ser más cuidadosos a nivel gobierno», afirmó.
Preguntado sobre cómo afronta Costa Rica la crisis migratoria en el continente, entre otros por la situación en Venezuela, Chaves afirma que «Costa Rica ha sido un país que tradicionalmente en la historia le hemos abierto los brazos a olas de emigrantes. Hemos estado abiertos siempre, lo de Venezuela no es nuevo para nosotros».
«Somos 5 millones de habitantes, de los cuáles aproximadamente 600.000 son nicaragüenses, hemos abierto nuestras puertas y seguiremos haciéndolo», asegura.
Pero reconoció que «tenemos presiones importantes sobre el costo de los servicios públicos, educación, salud, porque los que vienen necesitan los servicios que necesita todo ser humano y tenemos que pensar muy bien hasta cuándo podemos seguir con esa política de apertura que es lo natural para los costarricenses».
«Ojalá algunos otros países amigos que nos ven como un ejemplo contribuyan a cubrir esos costes», señaló.
En cuanto a la situación en la OEA en relación a Nicaragua, que ha expulsado a los representantes del organismo, y cómo ve Costa Rica una salida a la crisis, Chaves se limitó a hacer «un llamado a todos los países del mundo a que respeten la voluntad de sus pueblos y la libertad, que al final del día es lo que nos importa como sociedad».