El Triángulo Norte Centroamericano es una zona extremadamente vulnerable desde el punto de vista de la seguridad alimentaria.
Por EFE
Argentina colaborará con el desarrollo agrícola de El Salvador, Guatemala y Honduras, en un proyecto de cooperación Sur-Sur que será articulado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La agenda de esta ambiciosa iniciativa comenzó a ser definida en un encuentro virtual en el que participaron los ministros de Agricultura de los tres países que integran el llamado Triángulo Norte Centroamericano, junto a funcionarios del Ministerio de Agricultura y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, además de profesionales del IICA y representantes del Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC).
El Triángulo Norte Centroamericano es una zona extremadamente vulnerable desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, debido al agotamiento de los recursos naturales y a los impactos de la degradación del medio ambiente y del cambio climático. La situación de pobreza y falta de oportunidades laborales impulsa la migración, por lo que desarrollar una mayor productividad y resiliencia de la agricultura es decisivo para mejorar la vida de las comunidades rurales.
El IICA no sólo viene brindando acompañamiento técnico a los sectores agrícolas de El Salvador, Honduras y Guatemala, sino que también ha alertado al mundo sobre las consecuencias sociales, económicas y ambientales de la situación en esos tres países.
De hecho, de cara a la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas 2021, el IICA coordinó la redacción de un documento que resumió una postura unívoca de los países de las Américas, en el que se llamó la atención sobre la difícil situación del Triángulo Norte Centroamericano.
En la reunión se identificaron algunos de los puntos prioritarios de la agenda de cooperación entre Argentina y los tres países centroamericanos y se acordó que técnicos del INTA de Argentina los visiten próximamente, en una misión exploratoria. El INTA es un organismo de excelencia del sistema estatal argentino, que desde 1956 genera conocimientos y aporta tecnología e innovación al sector agroindustrial.
“Los aportes para mejorar nuestra agricultura son muy bienvenidos no solo en el aspecto teórico sino también en el terreno, porque esa es la manera de generar cambios”, dijo David Martínez, ministro de Agricultura y Ganadería de El Salvador, quien destacó la contribución del IICA, por su gran experiencia en el desarrollo agrícola de la región. Martínez, además, propuso que se analice la posibilidad de extender el proyecto de cooperación al resto de los países centroamericanos.
El ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala, José Ángel López, destacó la oportunidad que representa para los países del Triángulo Norte tener a disposición la experiencia argentina en producción agrícola. “Son varios los sectores donde cooperar. Identificamos planes maestros de sistemas de riego, manejo de bovinos y sistemas de cobertura vegetal. Hay una infinidad de oportunidades”.
“Es tiempo de que le pongamos atención a la cooperación Sur-Sur porque tenemos mucho que aprender y que compartir con los países de la región”, agregó López, quien es presidente pro témpore del Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC) y coordina la agenda regional.
Laura Suazo, quien asumió recientemente como secretaria de Agricultura y Ganadería en Honduras, y se convirtió en la primera mujer en ese cargo, llamó la atención sobre la necesidad de incorporar tecnología al sector agrícola de su país. “Solo así -dijo- podremos disminuir la brecha de pobreza. La agricultura tiene que hacer un aporte mayor no solo a la economía sino también a las condiciones sociales. Tenemos grandes retos. Y esperamos el apoyo del IICA”.
En nombre de Argentina, el subsecretario de Coordinación Política del Ministerio de Agricultura, Ariel Martínez, consideró que su país y las naciones centroamericanas enfrentan desafíos comunes en cuanto a la producción de alimentos.
“Argentina tiene mucho para aportar en cuanto a con qué herramientas se produce y cuáles son las innovaciones más útiles en términos de eficiencia y sostenibilidad. También estamos listos para aprender lo que se desarrolla en otros países”, sostuvo.
La Secretaria Ejecutiva del CAC, Lucrecia Rodríguez Peñalba, puso a la orden a ese organismo para colaborar en el proyecto y ejercer tareas de coordinación. Dejó abierta la puerta, además, para que los otros países que integran el CAC se sumen a la iniciativa. El organismo de desarrollo agropecuario centroamericano está formado por Belice, Costa Rica, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, además de los ya mencionados El Salvador, Guatemala y Honduras.
“En el CAC hay una buena dinámica de cooperación y apoyo y además tenemos una alianza natural con el IICA”, destacó.
En la reunión también participó el ingeniero agrónomo Felipe Solá, ex secretario de Agricultura y ex canciller de la Argentina, quien subrayó la necesidad de que este proyecto de cooperación contribuya a poner freno a la emigración desde el Triángulo Norte Centroamericano por la falta de oportunidades.
«Los países de Centroamérica están muy castigados por huracanes y sequías. El cambio climático, para ellos, no es tanto una cuestión de disminuir emisiones de gases de efecto invernadero, sino de cómo defenderse”, afirmó.
También puntualizó que “el principal foco de preocupación es el del universo de los pequeños productores. Hoy muchos viven en condiciones cercanas a la pobreza. Tienen además una tendencia a emigrar, algo que tenemos que empezar a cortar, y esto está relacionado con los problemas económicos y los altos costos que tienen que afrontar para producir”.
A su turno, el Director General del IICA, Manuel Otero, señaló que el Instituto es un constructor de puentes: “Esto se expresa en esta reunión, que intenta construir un puente entre los países hermanos de Centroamérica y la Argentina”.
Además, señaló que la Argentina tiene “el mayor stock de tecnología y conocimientos en el sector agrícola, sino del mundo, al menos del continente” y subrayó que la Cooperación Sur-Sur “es una cooperación entre iguales”.
“Se trata de colaborar para reducir las brechas que limitan el desarrollo; para crecer y construir una nueva identidad como continente. El IICA está para escuchar y para diseñar una estrategia operativa para pasar del discurso a los hechos. Estamos orgullosos por participar de esta iniciativa”, concluyó.