Pese a las sanciones, Estados Unidos estableció una excepción para permitir que continúen algunas transacciones del sector energético con el Banco Central Ruso.
Por EFE
Estados Unidos ha aumentado la presión sobre la economía rusa con el anuncio este lunes de sanciones que impedirán al Banco Central de Rusia usar sus sustanciales reservas para financiar la guerra contra Ucrania y fortalecer el rublo, que experimenta caídas récord.
La medida de Washington, además, prohíbe a las entidades estadounidenses hacer transacciones con el Banco Central ruso y congela cualquier activo que esa entidad pueda tener en dólares no solo en EE.UU, sino también en el resto del mundo, detallaron este lunes a la prensa altos funcionarios de la Casa Blanca.
Esta es una decisión que «no tiene precedentes», señaló en un comunicado la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen.
Su objetivo es impedir que Moscú use sus reservas -valoradas en 630.000 millones de dólares- para la guerra o para minimizar el impacto de las sanciones que Washington y sus aliados han ido imponiendo a Rusia desde que lanzara hace cinco días su invasión a Ucrania.
Los citados funcionarios auguraron que las sanciones tendrán un impacto negativo en la economía rusa, especialmente en el rublo, que se desplomó este lunes en el mercado Forex casi un 30 % frente al dólar y el euro poco después de las 06.00 GMT, una caída no vista desde al menos 1993 y 1994, respectivamente.
Según esas fuentes, Rusia tendrá muchas dificultades para acceder a sus reservas porque EE.UU. ha adoptado esta medida de manera coordinada con la Unión Europea (UE), Canadá y el Reino Unido.
No está claro, sin embargo, cuántas reservas el Banco Central de Rusia tiene en dólares y los funcionarios de la Casa Blanca rechazaron hacer una estimación.
MÁS SANCIONES CONTRA FONDOS RUSOS Y CONTRA UN ALIADO DE PUTIN
Además del golpe al Banco Central, Washington anunció este lunes represalias económicas contra el Fondo Ruso de Inversión Directa, un fondo soberano de inversión estatal que busca atraer negocios a Rusia y que está gestionado por Kirill Dmitriev, un aliado cercano de Putin.
Según detalló el Departamento del Tesoro en un comunicado, Dmitriev y su esposa son amigos íntimos de una de las hijas del gobernante ruso, Katerina Tíjonova, y su exmarido Kirill Shamalov.
Las restricciones anunciadas este lunes también se dirigen contra el Ministerio de Finanzas de Rusia, responsable de la política económica, y contra el Fondo Nacional de Inversión Ruso, un fondo estatal para garantizar las pensiones a los ciudadanos de ese país.
EXCEPCIÓN PARA LAS TRANSACCIONES DE ENERGÍA
Pese a las sanciones, Estados Unidos estableció una excepción para permitir que continúen algunas transacciones del sector energético con el Banco Central Ruso.
El Gobierno de Biden se ha resistido a imponer sanciones relacionadas con la energía debido a las consecuencias negativas que podría tener no solo para la economía estadounidense, sino sobre todo para la europea debido a que el viejo continente depende del gas y el petróleo rusos.
Al mismo tiempo, la Administración estadounidense teme que una subida de precios del gas y el petróleo acabe poniendo más dinero en los bolsillos de Putin, dijeron a la prensa los altos funcionarios de la Casa Blanca.
Mientras tanto, los esfuerzos de Washington se centran ahora en redactar con sus aliados occidentales la lista de bancos rusos que serán excluidos del sistema de comunicación interbancario internacional SWIFT, lo aislaría aún más a la economía rusa del sistema financiero internacional.
REPRESALIAS CONTRA BIELORRUSIA, NUEVO ACTOR CLAVE
Por otro lado, EE.UU. ha anunciado este lunes represalias contra Bielorrrusia, que ha emergido como actor clave en la guerra en Ucrania y podría enviar a sus propias tropas a territorio ucraniano en ayuda de Rusia, según dijo a la prensa local un funcionario estadounidense.
En respuesta, el Departamento de Estado ha suspendido las operaciones de su embajada en Bielorrusia y ha pedido a sus ciudadanos que abandonen el país inmediatamente.
Además, Estados Unidos ha anunciado que permitirá la salida del país de manera voluntaria del personal no esencial de la embajada en Moscú y sus familias.
Después de meses de tensiones, Rusia lanzó hace cinco días una operación militar en Ucrania que ha dejado 102 muertos y 304 heridos civiles, según la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, aunque las autoridades ucranianas elevan la cifra de fallecidos a 352.
Además, 422.000 ucranianos han tenido que dejar su país, a los que hay que sumar más de 100.000 desplazados internos, de acuerdo a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).