El principal objetivo de crear y trabajar tu marca personal radica en dejar una huella emocional positiva.
Por Allan Loría, especialista en envejecimiento social
El leve ruido del despertador abre las persianas de los ojos de Miguel y lo hace volver del mundo de los sueños a un nuevo día. ¡Al fin viernes!. Este nuevo viernes no es como cualquier otro, es un día de celebración, es el día del natalicio de Miguel. Hoy Miguel cumple 50 años de edad.
Cumplir años debería ser un motivo de celebración para las personas, sin embargo, no siempre se celebra del mismo modo —incluso hay momentos en los que no se celebra— pues, para muchas personas, alcanzar determinada edad se convierte en un conflicto personal severo. Hombres y mujeres le temen al paso de los años, olvidando —tal vez— que es con los años con lo que se acumula experiencia y conocimiento.
Para Miguel esta celebración es diferente, porque se hizo realidad algo que le venía dando vueltas en la cabeza desde años: empezar a ser considerado un Senior dentro de la organización donde trabaja.
¿Y cómo no tener cierto temor a cumplir años dentro de un mundo que le rinde culto a la juventud?
¿Cómo no entrar en estado de ansiedad cuando hay organizaciones que ejercen el edadismo (discriminación por edad) desde el mismo proceso de contratación hasta en el momento de promover ascensos?
Si bien es cierto el tiempo es inexorable y vamos a seguir envejeciendo cada día, el edadismo seguirá presente en la sociedad y por supuesto en el mundo corporativo.
¿Qué se puede hacer para no desesperar? ¿Qué hacer para seguir teniendo la vigencia y el protagonismo que todos deseamos?
Simple: cambie el lente con el que estás mirando tu hoy y empieza a construir una realidad diferente.
Pero, como sé que no es una tarea fácil, quiero compartirte un concepto denominado Marca Personal (MP). Talvez nunca has escuchado este término, pero créeme que es de poca relevancia si conoces o no sobre MP; lo que sí tiene relevancia es lo que este concepto puede hacer por tu vida profesional y sobre todo personal.
La historia en breve
La Marca Personal es un término acuñado por allá de 1997, por el legendario Tom Peters, gurú estadounidense de la administración de negocios y desde entonces ha ayudado a miles de personas a re direccionar su carrera profesional y su vida misma. –Fin de la historia-
El principal objetivo de crear y trabajar tu marca personal radica en dejar una huella emocional positiva y memorable en las personas que interactúan contigo, indistintamente del ámbito.
Ahora, vamos a ser claros, el dejar esa huella no siempre se va poder alcanzar en la medida que tu deseas, ni tampoco se va lograr del todo con una sola interacción, se requiere de una construcción de una imagen integral coherente, así como una alineación total entre tu pensar, hablar y accionar.
Para que lo anterior se dé, necesitas realizar tres pasos básicos: análisis, estrategia y comunicación.
Estos tres elementos los comparte generosamente Xavi Roca en su libro Desmárcate.
Vamos hacia atrás en el tiempo un momento. Este concepto de marca personal, del que hoy estoy contándote, es lo que se le conoce también como reputación, vocablo que está compuesto del verbo activo transitivo «reputar» que indica efecto, hecho o acción y sin profundizar mucho cuando se habla de un verbo activo transitivo se hace referencia a un estado.
Así pues, cuando nos referimos a la Marca Personal (reputación) podemos hacer referencia a un estado o un evento. Ahora, pregúntate: ¿Cómo deseas que la gente tenga presente ese estado o evento en su imaginario?, ¿Qué estás haciendo hoy para que las personas que te rodean compren tu estado, tus ideas o bien crean tus discursos?
Una de las grandes ventajas que tiene Miguel al cumplir años y entrar en la etapa de “Senior” dentro de la organización, es el factor experiencia. Él sabe qué ha pasado antes en el mercado, ha visto, escuchado y vivido muchas veces situaciones similares a las que tiene al frente. Puede fungir —con humildad— como mentor de las nuevas generaciones de colaboradores. En algunos casos ser “Senior” se convierte en inspiración para los demás, un modelo a seguir.
Todo lo anterior no va a pasar con el simple hecho de que Miguel cumpla 50 años; debe hacer la tarea, diseñar una marca personal que le permita sacar ventaja a su edad, experiencia y conocimiento.
Te comparto 5 recomendaciones para que logres —al igual que Miguel — crear una marca personal “Senior” memorable:
1. Cambia el discurso: no hay nada peor para las nuevas generaciones que escuchar a alguien diciendo siempre: “es que antes era mejor”, “antes hacíamos las cosas mejor”. Talvez, en algunas ocasiones tengas la razón, sin embargo, debes cambiar el discurso y ser más asertivo al momento de dar referencias históricas. Se más condescendiente con las ideas de los más jóvenes: recuerda que tú también fuiste joven y con ideas un poco fuera de lugar.
2. No siempre es mejor lo viejo conocido: los tiempos cambian y si bien lo que ya conocemos y nos funciona nos brinda confianza, recuerda que el cambio es la regla, no la excepción. Por lo tanto, abre tu mente a formas diferentes de hacer las cosas, a las nuevas tecnologías y ante todo busca actualizarte en todo lo referente a tu área de expertise.
3. Papá o Mamá solo hay un@: es probable que te encuentres rodeado de compañer@s de trabajo con menos edad, incluso algun@s puedan tener la misma edad de tus hij@s, lo cual puede ser muy tentador para empezar a regalar consejos. Sin embargo, recuerda que un consejo no pedido podría no cumplir el noble objetivo con el que nació y podría ser mal recibido. Evita sonar a la persona sabelotodo. Si deseas apoyar a tus compañeros más jóvenes hazlo con astucia, empatía y con inteligencia emocional. Espera que sean ellos los que te pidan el consejo o el apoyo.
4. Cuida tus palabras: revisa la forma en la que te expresas sobre tu edad, tu experiencia o de tus capacidades. Es lamentable escuchar a muchas personas en su etapa senior con expresiones como: “a mi edad ya no es lo mismo”; “ya estoy muy viejo para…”, “eso es tema de jóvenes”, “a mí no me ponga hacer eso, mejor ponga a alguien más joven”, “a mi edad nadie me va enseñar nada nuevo”. Este tipo de expresiones son el umbral del cementerio donde estás cavando tu tumba profesional.
Escucha cómo hablas y cambia rápidamente tus palabras, si te detectas frases como las anteriores, eso cambiará para bien hasta tu estado mental y obviamente afectará en positivo tu productividad y modificará la percepción de los que te rodean.
5. Los buenos clásicos no pierden vigencia: así como en el cine o la música, cuando una película o una canción es buena trasciende generaciones e incluso los artistas nuevos vuelven a interpretarlas y hasta hacen tributos a esa película, canción y/o artista.
Exactamente lo mismo pasa cuando alguien es un profesional distinguido y ante todo es una buena persona: logra trascender más allá de su generación.
¿Cómo lograron trascender esas películas y canciones?
Fueron innovadoras, disruptivas y hasta testarudas. Por ejemplo: la agrupación Queen o la película Star Wars, por eso esas obras de arte siguen vigentes con los años. Así mismo tú puedes seguir manteniendo la vigencia y ¿por qué no? inspirar y hasta ser un modelo de culto de las nuevas generaciones.
La mayoría hemos tenido referentes en nuestra vida: compañeros, vecinos, amigos, personas a las cuales admiramos —casi idolatramos— que con incluso ya ell@s, con bastantes años encima, seguimos teniendo como punto de referencia, ¿y por qué lo hacemos? Porque indudablemente han dejado una huella emocional positiva y memorable en nuestra vida.
De eso al final del día se trata vivir: que las personas que te rodean te lleven en la mente y el corazón como un ser humano de bien, una persona a modelar, un compañer@, amig@, hermano@, esposo@, abuel@, coherente. Una marca digna de confianza, sin importar que llegues a cumplir al igual que Miguel, 50 años o más.