La vicepresidenta de EE.UU. tiene previsto hacer el mes que viene su primer viaje a la región, con paradas en México y Guatemala.
Por EFE
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, anunció este jueves el compromiso de una docena de empresas y organizaciones para invertir en Centroamérica con el objetivo de potenciar su economía y frenar la migración.
Harris recibió en la Casa Blanca a los líderes de estas empresas y organizaciones, que asistieron algunos presencialmente y otros en remoto.
Asistieron a la reunión el presidente de Microsoft, Brad Smith; el CEO de Nespresso, Guillaume Le Cunff; el presidente de Mastercard, Ajay Banga, o los CEO de los bancos colombianos Bancolombia, Juan Carlos Mora, y Davivienda, Efraín Forero, entre otros.
Al término del encuentro, la vicepresidenta explicó a periodistas los compromisos adquiridos por algunas de estas empresas como por ejemplo Mastercard, que pretende ingresar a cinco millones de personas a la economía digital y también apoyar un millón de pequeños negocios.
«Microsoft trabajará con aliados locales para expandir el acceso de banda ancha para tres millones de personas el próximo año», afirmó Harris, mientras que Nespresso empezará a comprar parte de su café en El Salvador y también invertirá en Guatemala y Honduras.
También participaron de la reunión los CEO de Duolingo, Luis von Ahn; Chobani, Hamdi Ulukaya, y Accion, Michael Schlein; así como la decana de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Michelle Williams; la CEO de ProMujer, Maria Cavalcanti; y en representación del Foro Económico Mundial, Luis Alberto Moreno, expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo.
El presidente estadounidense, Joe Biden, designó en marzo a Harris como la encargada para frenar la migración desde Centroamérica y coordinarse con El Salvador, Honduras y Guatemala para combatir los problemas de violencia y corrupción que provocan la huida de sus ciudadanos.
Biden reaccionó así al aumento en los últimos meses de migración irregular de Centroamérica a EE.UU., que se ha convertido en la piedra en el zapato de su Gobierno en sus primeros meses en el poder por el colapso del sistema de acogida.
La vicepresidenta tiene previsto hacer el mes que viene su primer viaje a la región, con paradas en México y Guatemala.