La apuesta inmobiliaria de destino turístico y ocio se convierten en un atractivo importante en un esfuerzo por atraer mayor turismo interno.
Por Prensa Libre
La dinámica de recreación se transformó por la pandemia del covid-19, y el turismo interno pasó a primer plano ante la disminución del internacional, el cual se caracteriza por buscar lugares abiertos, de preferencia exclusivos y seguros para poder distraerse aún en medio de la crisis sanitaria.
Sin embargo, previo a la llegada del virus a Guatemala, los desarrolladores ya habían visualizado a varios destinos del nodo del Pacífico como una de las apuestas inmobiliarias claves para atraer mayor afluencia de viajeros.
Esa era la proyección hace cuatro años, pero la pandemia frenó por poco tiempo las inversiones, el sector se contrajo 6.2% en el 2020 pero se prevé una recuperación a 7.5% de crecimiento en el presente año, y es evidente porque recientemente volvieron a acelerarse.
Según Ricardo Maza, profesional experto en Bienes Raíces del sector, el atractivo más grande son las casas de alquiler, también con un incremento latente en la compra de casas y terrenos en el sector. El potencial es gigante: más de 30 kilómetros de playa desde el puente de Iztapa hasta la barra del río Los Esclavos.
En los últimos cinco años tanto Monterrico como Iztapa han recibido millonarias inversiones, dijo Eduardo Escobar, presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios de Guatemala (Adig), eso significa que el ritmo ha sido positivo y creciente.
Por ejemplo, en noviembre del 2019 arrancó operaciones Oceana Resort & Conventions, y otros desarrollos más recientes tipo residencias vacacionales como: La Mar, Villas Cariló, El Muelle, Blanc Monterrico, entre otros, detalló Escobar.
“Las inversiones han aumentado de manera orgánica”, dijo Miguel Angel Par, director de inversiones y gestión de activos de Oceana Resort & Conventions y en su opinión es natural que se incorporen más proyectos, ya que las inversiones actuales generan atracción para estos destinos.
Sin embargo, es importante considerar que en la medida que el mercado evoluciona, así también los nuevos conceptos requerirán evolucionar, hablando de destinos turísticos, y esto demanda de equipos multidisciplinarios y complejos para poder generar proyectos que sean del agrado del guatemalteco y de los visitantes extranjeros.
En opinión de Zel Girón, presidente de la Asociación de Hoteleros de Monterrico no es solo un destino, sino una marca, que abarca 15 diferentes playas, en tres municipios de dos departamentos.
Girón consideró que el potencial del área es aún mayor, pero se deben mejorar aspectos de infraestructura que permitirían brindar experiencias de calidad a los turistas. Por ejemplo, el caso de la energía eléctrica que aún es inestable.
“Si hay un corte de energía un sábado por la noche afecta la experiencia de los turistas y para nosotros esto es muy importante ya que en la mayoría de los casos el costo de energía eléctrica es el segundo gasto más grande superado solo por la planilla de empleados; y en otros casos, incluso se paga más por energía que por empleados”, señaló Girón.
Los altos costos de operación son otro factor para considerar, dijo Girón porque la ocupación es de dos a tres días a la semana. Además, el alto costo del mantenimiento, por lo que hay que tener en cuenta ese factor a la hora de decidir los materiales a utilizar durante la construcción y tener programas de mantenimiento muy proactivos.
Emergen nuevos conceptos
La inversión más reciente es el concepto de villas llamado La Mar, que representó una inversión de Q30 millones, y está ubicado en el kilómetro 14.5 carretera a Iztapa, cuenta con 135 mil 800 metros cuadrados de terreno y una capacidad para 237 villas, de las cuales 39 ya se encuentran construidas y 18 de estas disponibles para rentas diarias.
Daniel Morales, gerente general del grupo Krea desarrollador de La Mar explicó que el concepto es innovador porque permite al propietario recibir un retorno entre un 8 y 10 por ciento dado que puede incluir la propiedad en la cartera de rentas internas.
Actualmente generan 100 plazas de empleo durante la construcción de las villas, además de los 30 colaboradores operativos, indicó el ejecutivo.
Pedro Ramírez, presidente de CBR Guatemala, concluyó que los requerimientos para compra de terrenos y residencias han aumentado significativamente.
Potencial económico
El Índice de Competitividad Local hace una evaluación de la Inversión Productiva en el territorio, tanto desde la administración del presupuesto municipal como del cobro de impuestos que se hace en relación con la producción local.
Jorge Benavides, investigador asociado de Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), explicó que, para el municipio de Iztapa, la calificación de competitividad es de 55.24 puntos sobre 100, lo que lo ubica en la posición 46 de 340 municipios en Guatemala.
Sus principales fortalezas son la flexibilidad del mercado laboral, la estabilidad del entorno económico, y la inversión que se hace en infraestructura. Sus principales debilidades son la falta de adopción de TIC’s, lo incipiente de su mercado financiero, y la débil institucionalidad relacionada con la gestión de las autoridades locales.
Para el municipio de Monterrico, la calificación de competitividad es de 48.81 puntos sobre 100, lo que lo ubica en la posición 130 de 340 municipios.
Sus principales fortalezas son la estabilidad del entorno económico, la relativamente confiable institucionalidad, y el dinamismo de los negocios.
Las principales debilidades son la falta de adopción de TIC’s, y el bajo desempeño en variables sociales como es Salud y Educación.