Centroamérica también tendrá la tarea en 2021 de avanzar en la reconstrucción tras el devastador paso en noviembre de Eta e Iota.
Por EFE
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) vaticinó que el 2021 será el año para salir de la crisis sanitaria derivada de la pandemia en la región, avanzar en la reconstrucción tras los severos daños que dejaron las tormentas tropicales Eta e Iota y así consolidar la competitividad de los países.
«El 2021 será el año para terminar la crisis sanitaria, por eso estamos empujando este financiamiento de la vacuna contra la covid-19», dijo este domingo el presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi, en una entrevista con Efe, vía zoom.
Destacó que Centroamérica también tendrá la tarea en 2021 de avanzar en la reconstrucción tras el devastador paso en noviembre de Eta e Iota, que causaron fuertes inundaciones y cuantiosos daños.
«Uno de los retos más grande de Centroamérica es consolidar la competitividad de la región. Algo que se demostró en esta crisis es que el estar cerca de los mercados más cercanos, como Estados Unidos, vale mucho en términos de estar cerca», explicó Mossi.
Para alcanzar esa competitividad, la región debe tener energía eléctrica «más barata, más disponible», pero también es necesario el gas natural, señaló el alto ejecutivo del BCIE, institución que hoy conmemora 60 años de fundación.
Cuando los países piensan como una sola Centroamérica, añadió, pueden llegar a ser «la cuarta economía de América Latina, con un mercado de 70 millones de personas».
«El reto más grande es cómo salir de esas agendas de emergencias sanitaria y reconstrucción a una emergencia de realmente ser competitivo en este mundo y que otras futuras tormentas o pandemias las podamos manejar mejor», enfatizó.
APOYO DECIDIDO DEL BCIE FRENTE A LA COVID-19
A nueve meses de la llegada de la pandemia, Centroamérica acumula más de 622.000 contagios confirmados y cerca de 14.000 muertes, por lo que los Gobiernos se han dado a la tarea de buscar acceso a la vacuna mientras enfrentan crisis económicas y una emergencia por los daños que dejaron Eta e Iota.
Ante las crisis que causaron el parón de la economía por la covid-19 y los fenómenos naturales, el BCIE aprobó un programa de Reactivación Económica por 2.400 millones de dólares y otro denominado Reconstrucción Resiliente, por 2.500 millones de dólares, para apoyar a la región.
Mossi dijo sentirse «muy orgulloso» porque el BCIE ha creado un bono temático que le permita acceder a fondos que financien la compra de vacunas contra la covid-19 en los países de la región.
«Esto ha sido realmente un éxito, hemos vendido estos (dos) bonos en Japón, uno para El Salvador y otro para Honduras, las tasas de fondeo fueron espectaculares, y esos nos permite pasarle fondos de muy bajo costo a los países para que compren la vacuna», señaló.
Indicó que el apoyo del BCIE a Centroamérica durante las emergencias por el coronavirus y los efectos de Eta e Iota «ha sido muy decidido» por la pronta respuesta y el montó de los recursos que a puesto a disposición.
El BCIE aprovechó «sus socios para buscar una solución» a la solicitud de los países de acceder a kits de extracción necesarios para diagnosticar la covid-19, señaló Mossi, quien aseguró que la institución también ha apoyado la estimulación de las micros, pequeñas y medianas empresas.
HONDURAS, EL PAÍS MÁS AFECTADO POR ETA E IOTA
Por si fuera poco la crisis derivada de la pandemia, Centroamérica fue azotada a inicios de noviembre por Eta y, dos semanas después, por Iota, que dejaron unos 200 muertos, desaparecidos y una millonaria destrucción en infraestructura y cultivos, con especial afectación en Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Hasta ahora la región no cuenta con un reporte oficial de las pérdidas que dejaron los fenómenos naturales, pero para Mossi es evidente que los daños en Honduras y Guatemala son «extremadamente severos y profundos».
En el caso de Honduras, añadió, los daños de Eta e Iota en el área urbana «fueron muy severos» y afectaron a más de dos millones de personas, mientras que en Guatemala hay zonas donde las autoridades «todavía no han llegado» por el difícil acceso.
«En severidad (de daños), Honduras ve muy mal, principalmente en la zona norte, y por supuesto quienes más sufren son las personas más vulnerables, las que viven a orillas de los ríos o en montañas que han sido deforestadas y han sido víctimas de deslizamiento, pero eso también se aplica a Guatemala, Belice», explicó.
Honduras requiere más de 3.000 millones de dólares para su reconstrucción, señaló Mossi, quien indicó que el BCIE pondrá a disposición del país más de 1.000 millones de dólares para ese plan.
El BCIE se enfocará, a petición del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, en lo que «sabe hacer mejor, infraestructura», por lo que apoyará a Honduras en la reconstrucción de caminos dañados, cuya inversión rondará los 200 millones de dólares, agregó.
«Somos el primer banco que hemos respondido al reto que el Gobierno ha lanzado, nos sentimos muy orgullosos de haber reaccionado con la rapidez que los hicimos», enfatizó Mossi, quien espera que la vacuna contra la covid-19 llegue «pronto» a Honduras para disminuir la incidencia del virus y el país se enfoque en la reconstrucción.