Si bien la brecha tecnológica entre EE.UU. y China sigue siendo amplia en lo que respecta a los semiconductores, las sanciones han creado un entorno en el que China no tiene más remedio que reforzar su industria nacional.
Por Revista Summa
Las sanciones de EE.UU. a principios de este año fueron un golpe potencialmente letal para la cadena de suministro de chips de Huawei, pero fuentes sugieren que el país americano podría ceder y ofrecer licencias a los fabricantes de chips para enviar a Huawei siempre que no suministren equipos para 5G.
Fuentes anónimas de la industria asiática de semiconductores dijeron al Financial Times que son optimistas sobre sus perspectivas de adquirir una licencia del Departamento de Comercio de Estados Unidos, y una de ellas informó que «los chips para dispositivos móviles no son un problema.»
Si bien la asignación de estas licencias dejaría a Huawei muy al margen en lo que respecta a su negocio 5G, presenta un elemento considerable para su negocio de teléfonos inteligentes, que en junio había enviado 55.8 millones de teléfonos, ocupando el primer lugar del rival Samsung. Parece que EE.UU. Está relativamente contento con que Huawei continúe como un jugador importante en el mercado de teléfonos móviles, posiblemente porque estos dispositivos en sí mismos no representan una amenaza para la seguridad nacional.
Cuando se produjo la última ronda de sanciones de EE.UU. en agosto, Huawei comenzó a almacenar chips relacionados con su negocio de infraestructura de telecomunicaciones, según se informa, con un suministro de dos años. Sin embargo, desde entonces, las perspectivas 5G de la empresa a nivel mundial se han ido agotando considerablemente. Numerosos países de Europa han prohibido directa o indirectamente a la empresa, siendo el último Suecia, mientras que EE.UU. ofrece mil millones de dólares en incentivos financieros para que Brasil se deshaga del proveedor chino.
Incluso si estas sanciones comienzan a relajarse en lo que respecta a las licencias comerciales, no se puede subestimar su impacto más amplio en la industria de los semiconductores. Informes recientes sugieren que la interrupción de la cadena de suministro de tecnología china causada por las sanciones está empujando al país a redoblar los esfuerzos en el sector, con el gobierno apoyando el crecimiento de la industria a través de inversiones y políticas fiscales favorables. Se espera que la industria de semiconductores del país crezca hasta un nivel de autosuficiencia nacional en dos años.
Si bien la brecha tecnológica entre EE.UU. y China sigue siendo amplia en lo que respecta a los semiconductores, las sanciones han creado un entorno en el que China no tiene más remedio que reforzar su industria nacional, algo que podría tener connotaciones a largo plazo no solo para Huawei sino para el resto del sector de telecomunicaciones.