Las autoridades calculan que esta semana reabrirán unos 16.000 comercios desde tiendas de ropa a negocios de electrónica.
Por EFE y AFP
Nueva York inicia este lunes su reapertura económica tras más de dos meses y medio de cierre casi total por la pandemia del coronavirus, con una primera fase en la que se espera que hasta 400.000 trabajadores regresen a sus puestos en medio de importantes medidas de precaución para evitar un rebrote.
El gobernador Andrew Cuomo confirmó este domingo que la ciudad cumple con todos los indicadores sanitarios requeridos y que, como estaba previsto, pasará a las fase 1 este 8 de junio. «Vamos a abrir Nueva York mañana, punto», dijo Cuomo en una conferencia de prensa.
Los sectores de la industria, la construcción, la agricultura y la pesca pueden volver a operar en esta primera etapa, en la que también están autorizados a reabrir mayoristas no esenciales y minoristas con servicio de entrega en tienda. Es decir, se podrá ir a establecimientos a recoger pedidos, pero no pasearse entre las estanterías o entrar a probarse prendas, por ejemplo.
Las autoridades calculan que esta semana reabrirán unos 16.000 comercios -desde tiendas de ropa a negocios de electrónica- y unas 3.700 empresas manufactureras, junto a más de 32.000 obras de construcción.
MEDIDAS DE PRECAUCIÓN
Todos tendrán que operar con numerosas medidas de precaución, incluyendo distanciamiento social donde sea posible, uso de mascarillas y con una estrecha vigilancia de la salud de los empleados.
Las autoridades prevén inspecciones para asegurar que los requisitos se cumplen, pero por ahora quieren evitar imponer multas.
También se recomienda a las empresas que quienes puedan trabajar desde casa sigan haciéndolo y que se flexibilicen los turnos para reducir la densidad en los puestos de trabajo y en el transporte público.
En total, el Ayuntamiento espera que entre 200.000 y 400.000 personas vuelvan a sus puestos a partir del lunes, aunque los cálculos no están del todo claros y la cifra podría ser inferior.
La red metropolitana de transportes retomará la frecuencia normal de metros y autobuses, cuyo uso se desplomó hasta un 90 % durante la pandemia, y lo hará promoviendo el distanciamiento social cuando sea posible y el uso de mascarillas, para lo que contará con 3.000 voluntarios repartidos por toda la ciudad.
Con oficinas, restaurantes y bares, teatros o escuelas aún cerrados, se espera que el número de pasajeros continúe estando lejos del habitual por un tiempo.
PROGRESO CONTRA EL VIRUS, PERO PREOCUPAN LAS PROTESTAS
Nueva York, gran epicentro mundial del coronavirus, cerró los negocios no esenciales a mediados de marzo para tratar de frenar una enfermedad que hasta ahora se ha cobrado casi 22.000 vidas en la urbe.
El primer paso de la reapertura llegará exactamente 100 días después de la confirmación del primer caso de COVID-19 en la ciudad, que actualmente efectúa decenas de miles de pruebas cada día y donde las nuevas infecciones rondan el medio millar diario.
Cuomo destacó este domingo que la tendencia sigue siendo positiva en todo el estado, donde las hospitalizaciones han caído al mínimo desde el inicio de la crisis y donde el viernes hubo 35 fallecimientos, la cifra más baja, con un ligero repunte en la última jornada, hasta 45.
El gobernador explicó que por ahora no está claro qué impacto pueden tener las masivas protestas contra el racismo y la violencia policial de los últimos días, pero subrayó que es algo que preocupa y mucho a las autoridades sanitarias.
La Gran Manzana es la última zona del estado de Nueva York en comenzar la reapertura, mientras varias regiones están ya en la fase 2, que no llegará en la ciudad hasta dentro de dos semanas, como poco, pero que probablemente tendrá que esperar hasta «principios de julio», según reiteró este sábado el alcalde, Bill de Blasio.
De Blasio dijo que si todo marcha bien esa fecha puede adelantarse, pero recalcó que no quiere generar demasiadas expectativas, porque la reapertura de la ciudad es mucho más compleja que la de otras zonas.
En esa fase 2 se espera que la Gran Manzana comience a recuperar un aspecto un poco más normal, pues, entre otras cosas, podrán comenzar a volver trabajadores a las oficinas que ocupan barrios casi enteros de la ciudad, que es el gran centro financiero y corporativo de Estados Unidos.
España avanza el lunes en su desconfinamiento por fases
España seguirá el lunes con su cauteloso desconfinamiento por fases con el pase de Madrid y Barcelona a la segunda y penúltima etapa que autoriza la apertura de playas para el baño recreativo o del interior de restaurantes, indicó este viernes el gobierno.
Por su parte, más de la mitad de la población española, residente en regiones menos afectadas por la pandemia, entrará en la última fase del proceso que permite la realización de casi todas las actividades en ciertas condiciones de higiene y seguridad.
Las discotecas y bares de noche, sin embargo, seguirán cerrados en todo el territorio y la movilidad interregional e internacional todavía estará sometida a importantes restricciones.o me
En la región de Madrid y el área metropolitana de Barcelona, las más afectadas por la pandemia que dejó más de 27.000 fallecidos en el país, la fase dos permitirá la reapertura de todos los comercios (hasta ahora solo podían los pequeños), pero a un 40% de aforo.
En las playas de Barcelona, la gente podrá bañarse y tomar el sol cuando por el momento solo se podía pasear, correr o practicar natación. El ayuntamiento anunció la instalación de cámaras y sensores para controlar la ocupación de las playas.
Además, los bares y restaurantes podrán acoger clientes en su interior con un aforo limitado, y no solo en la terraza como hasta ahora. También se autorizarán las visitas a geriátricos o la celebración de bodas en pequeño formato.
El número máximo de personas en una reunión pasará de diez a quince en la fase 2.
Importantes regiones del país que iniciaron antes el desconfinamiento, como Andalucía, Galicia, País Vasco o los archipiélagos de Baleares y Canarias, iniciarán el lunes la última fase, que permite las reuniones de hasta 20 personas o bodas con muchos más invitados.
Esta desescalada de las severas restricciones impuestas el 14 de marzo para frenar la pandemia debe terminar entre finales de junio y principios de julio, dependiendo de la región.
El estado de alerta que permitió al gobierno aprobar este confinamiento se prorrogó el miércoles por última vez hasta el 21 de junio.
El gobierno español prepara un decreto con algunas medidas de seguridad e higiene que deberán mantenerse para evitar rebrotes cuando el país alcance lo que llaman la «nueva normalidad».
Segundo destino mundial para los turistas, el país abrirá sus fronteras a los extranjeros el 1 de julio.